Forajidos en Carson City (1953)

A este western no se le puede negar cierta originalidad en su propuesta de situar la ficción de su argumento sobre un hecho real pero bastante insólito, que debió acontecer en Carson City a finales del siglo XIX y que se trata de la celebración del campeonato mundial de boxeo, que debió ser un gran acontecimiento para esa pequeña ciudad al situarla en el mapa.
Sin embargo a mí no me ha parecido que se saque un gran partido de la situación ni que se nos ofrezca una película interesante, más allá de ofrecernos un buen retrato de ese hervidero loco en que se constituyó la ciudad, que seguramente quintuplicaría la población con los visitantes foráneos y que representaría una sustanciosa fuente de ingresos y de progreso para la ciudad que se vería obligada a " civilizarse" a marchas forzadas, más o menos, como cualquier ciudad actual que se vea premiada con el nombramiento de sede de los juegos olímpicos, la visita del Papa, o anfitriona de la Expo.
El argumento en cierto modo promete, pero se queda en agua de borrajas en mi opinión.
Dale Robertson y su banda, regresan derrotados de la guerra civil de México, después de haber servido de mercenarios en el bando perdedor.
Después de seis años de ausencia, Dale espera encontrar la pequeña y tranquila ciudad que conoció, y en la que espera dar su último golpe atracando el banco, antes de despedirse de sus socios y retirarse definitivamente.
La sorpresa de encontrar ese tumulto da al traste con su plan original que se verá irrealizable pero una nueva idea comenzará a germinar en su cabeza cuando conozca la inmensa recaudación que su promotor, espera obtener del combate.
Lo malo es que esa es la idea que atrae como miel a las moscas a toda suerte de bandas de forajidos que acuden también en tropel a la ciudad y no a hacer turismo precisamente. La competencia se promete feroz y, lo más probable, es que las algaradas y las reyertas entre bandas comiencen antes de lo previsto, comprometiendo la celebración del combate y con ello, el dinero.
El pobre sheriff que tiene que bregar por la seguridad piensa lo mismo y tiene la feliz idea de nombrar como ayudantes a los propios líderes de la banda, una especie de coalición política indeseada pero necesaria, para asegurar una cierta paz hasta el momento decisivo.
Hasta aquí la presentación del argumento es de lo más interesante y nada manido pero a mí no me gusta cómo se desarrolla la acción. Parece que aquí se quedaron sin ideas y se limitan a rellenar la película con la fotografía de esa ciudad festiva y con breves escenas reiteradas y bastante insulsas, mientras los espectadores esperamos que llegue el momento del combate y el atraco prometido que no ocurre hasta sus minutos finales, haciendo que, una peli de metraje corto, 81 minutos, se me haya hecho bastante larga y pesada.
También tenemos una historia de amor entre Dale y el bellezón de Jeanne Crain, su antiguo amor, ahora comprometida con el promotor del combate. Pero este conflicto resulta forzado, no fluye con naturalidad.
Una segunda historia también asoma tímida por aquí. Un conflicto no resuelto entre los dos hermanos integrantes de la banda. Nada tampoco. También se deshincha con rapidez.
Y otro pequeño apunte señala la participación de Carole Mathews pero también la despachan de un manotazo convirtiéndola en una compra gigolós.
Un elenco muy bueno pero desaprovechado para mi gusto, completan la película junto con una buena fotografía en color. Pero en conjunto a mí no me ha gustado la peli. Fuera de la originalidad de su situación, previsible y bastante sosa hasta casi el final

Con un viejo sable y un montón de medallas de hojalata por todo botín, vuelve con su cuadrilla Bred Stanton (Crain) a Carson City (Nevada) despues de fracasar en su empresa mejicana al apostar por el general perdedor de una de sus muchas revoluciones. Les promete allí el golpe definitivo pues es "una ciudad pequeña y tranquila". Si, si ... En los seis años que falta de la misma las cosas han cambiado mucho. Nada menos que va a desarrollarse allí en los días siguientes el Campeonato del mundo de boxeo de los pesos pesados. La ciudad es un hervidero de gente que circula apresurada en tranvías tirados por caballos, las tabernas están de bote en bote, no hay habitaciones en los hoteles y en las calles se ofrecen todo tipo de exóticos espectáculos.
Hervidero de gente y hervidero de bandas de forajidos. Por una vez la titulación hispana de la cinta es precisa y correcta. Además de la gente de Bred, allí se da cita también la banda de Johnny Ringo y la de Bob ¿Traquil? Todos andan detrás del dinero del combate. Pero allí hay un sheriff serio. Serio y astuto. Consciente de la importancia económica del evento para la ciudad, debe evitar por todos los medios su suspensión y el enfrentamiento entre los bandidos, y no se le ocurre nada mejor que nombrar como ayudantes suyos a los tres jefes. Al menos hasta que concluya el combate. Y es una buena idea como veremos.
No me negarán que el planteamiento de la película es original e interesante. Boxeo en el western, si señor. Además se basa en hechos bien reales, pues el defensor del título de campeón mundial James J. Corbet, alias Gentleman Jim, se enfrentó con el título en juego con el galés Bob Fitzsimmons, precisamente en Carson City a finales de 1894. Según las crónicas pugilísticas Corbett dominó la pelea la mayor parte, pero cuando el entrenador de Fitzsimmons le indicó que atacase la zona abdominal, Corbett no aguantó y fue derrotado. Como así sucede en la obra.
También es original la trama amorosa, con una antigua novia de Bred ahora prometida del promotor del combate, cuya hermana a su vez le tira los tejos al forajido al que regala su vieja silla de montar de plata. Recibirá por respuesta un gélido "¡Ensille usted a otro!"
Argumento original y guión interesante, bien desarrollado y excelentemente interpretado. La caracterización de los personajes y del ambiente es más que aceptable, lo mismo que el análisis de los personajes. Cinta, además, muy dinámica, de acción continua.
Está ya muy próximo el siglo XX y se nota en las conversaciones de los personajes que asistimos al final de una forma de vida, al ocaso del pistolerismo y del bandidaje tal como el cine nos ha mostrado siempre. Lo vemos en frases como la que colocamos en el título de la reseña, o cuando comenta alguno "Ya no estamos en el salvaje Oeste ... la civilización está aquí". Por eso le preguntan inquietos a Bred al advertir su retorno: "¿Por qué has vuelto? -Por curiosidad" respondera.
Notable película de esas de los años 50 de la que nunca habías oído hablar y que, tras contemplarla tranquilamente, te deja un agradable sabor de boca. Muy recomendable.