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El engendro del diablo (1989)

El engendro del diablo
102 min.
5.4
840
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Sinopsis
En plena Edad Media, los Caballeros Teutónicos, "frailes guerreros de crueldad legendaria", exterminaron un poblado de brujas, enterrándolas en una fosa común sobre la cual se erigirá una catedral, como barrera frente a las fuerzas del Maligno. Ya en nuestros días, algo sucede que tiene relación con dicho suceso... (FILMAFFINITY)
Género
Terror Fantástico Posesiones / Exorcismos Sobrenatural
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Italia Italia
Título original:
La chiesa
Duración
102 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
5
Terror en la iglesia
Segunda película de Michele Soavi, con Dario Argento al frente de la producción, colaborando también como co-guionista.

“La Chiesa” es una película extravagante, surrealista, confusa y desde luego fallida. La secuencia de apertura, ambientada en la Edad Media, es de lo mejorcito que ha rodado este director. Desgraciadamente, las enormes expectativas que genera se van diluyendo según va avanzando el metraje. Los primeros cincuenta minutos de película funcionan. Soavi consigue introducirnos en un progresivo climax onírico, misterioso y desconcertante. Poco a poco vamos asistiendo a la decadencia y desmoronamiento gradual de los personajes, mientras se va destapando la trama. Pero una vez se cierran las puertas de la catedral, el film se torna monótono y disperso. Durante más de cuarenta minutos asistimos atónitos a una serie de secuencias excesivas, grotescas, absurdas y redundantes que terminan causando un profundo hastío en el espectador.

Pese a todo, puede tener un pase para los amantes del cine de terror italiano. Como he dicho, hay media película que funciona bastante bien, y además hay que reconocerle un acabado visual muy conseguido. Hay planos estupendos, la fotografía barroca es muy bella y siniestra, y la banda sonora contiene algunas partituras interesantes. Además podemos ver en uno de los papeles principales, a la buenorra de la hija de Argento cuando sólo tenía catorce añitos. ¡Qué monada de niña!
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24 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
La catedral del mal (o del bien)
Aunque el demonio siempre ha estado presente en el cine de terror, fue en los años 70, tras el bombazo de "El exorcista" (William Friedkin, 1973), cuando la moda diabólica se impuso de manera clara, inundando la cartelera con grandes películas afines ("La profecía", Richard Donner, 1976) o curiosos sucedáneos exploit ("La endemoniada", Amando de Ossorio, 1975). Pero en la segunda mitad de la década de los 80, este subgénero gozó de un revival muy interesante, paradójicamente impulsado por Dario Argento (que en los años 70 confesó que la moda diabólica le aburría bastante), produciendo la delirante y superchula "Demons" de Lamberto Bava, a la cual seguiría una secuela también muy divertida, Demons 2 (y en el otro lado del charco, John Carpenter realizó la impresionante "El príncipe de las tinieblas", mezclando al diablo con la física cuántica). Pues bien, Dario Argento siguió desarrollando el tema del demonio, guionizando y produciendo esta gran película realizada por Michele Soavi, un competente director que ya demostró todo lo que valía en su ópera prima "Aquarius" y que en su segunda película no sólo no decepciona sino que reafirma su talento como director de cine del susto.
"El engendro del diablo" es una película muy rica en matices, interpretaciones y en segundas lecturas, pero que no descuida el apartado más directo y divertido de una película de terror, esto es, la masacre, los descuartizamientos, la sangre derramada y las bestialidades que tanto nos gustan y nos divierten. El comienzo de la película es genialmente ambiguo, ya que las supuestas fuerzas demoníacas son indefensos y pacíficos campesinos, y los supuestos representantes del bien son clérigos sádicos y guerreros bestiales que no dudan en matar a niños para defender su santa causa. Y sin comerlo ni beberlo aquí tenemos la primera posible lectura del film: los "malos" de la película ¿son malos porque adoran a Satán o sencillamente quieren vengarse de las atrocidades que sufrieron a manos de los teóricamente "buenos" de la peli? (pues nada, una mesa redonda y a debatir). Soavi refleja a la perfección la brutalidad y la suciedad de la Edad Media e introduce el primer elemento siniestro de la trama: esa mano de muerto viviente agarrando la pata del caballo y arrastrando a la fosa común al caballero teutónico, primera víctima de la venganza de los campesinos.
Tras este prólogo, nos situamos en la actualidad, con ese bibliotecario aventurero y nuestra exquisita Barbara Cupisti, liándola parda desentrañando el misterio de la catedral. Y a continuación, tenemos una situación muy parecida a la de las antes mencionadas "Aquarius" o "Demons": un grupo de indefensas víctimas encerradas en un espacio concreto y claustrofóbico (en este caso la catedral de las narices) a merced de unos asesinos demoníacos que extienden el virus de la maldad a base de hostias. La película posee un protagonismo coral que aporta mucha frescura y originalidad al film. No hay unos protagonistas claros, ya que el desarrollo de la historia marca la importancia de cada personaje. Al comienzo parece que los protas son el bibliotecario y mi Bárbara, pero después el testigo lo cogen las víctimas encerradas en la iglesia, un clérigo viejuno sacado directamente de "El nombre de la Rosa" y ese cura de color negro oscuro, muy interesante y muy humano, que primero no sabe dónde meterse pero que después agarrará al demonio por los cuernos e intentará solucionar la papeleta. Y como hilo conductor de toda la historia tenemos a Asia Argento, que aquí interpreta a una muchachita de 13 años que empieza a vivir la vida y a salir de discotecas ante el pavor de su padre, que si por él fuera, la niña tendría que estar jugando a las muñecas hasta los 25 años. También, por lo visto, la niña es una reencarnación de una de las víctimas medievales de los caballeros teutones (de ahí el enigmático final).
Como es habitual en Michele Soavi, el horror de sus películas se manifiesta de diferentes formas: hay escenas poéticas y oníricas, que anuncian el apocalipsis de manera sutil, hermosa y a la vez horrible; también tenemos gore del bueno, con primerísimos planos de destripamientos y empalamientos varios (genial la escena que dura un nanosegundo en la que una muchacha es aplastada por el metro); y también tenemos algunas escenas de humor negro, protagonizadas por una entrañable pareja de ancianos encerrados en la catedral (y también por el original badajo de la campana de la iglesia).
Pues eso, "El engendro del diablo" es una gran película de terror satánico que divertirá y sobrecogerá a partes iguales. Tiene un argumento muy accesible y entretenido pero también posee una fuerte personalidad propia, impresa por el buen trabajo de Michele Soavi.
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15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
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