Una verdad oscura (2012)

Jesse Ventura, Don 'The Dragon' Wilson, Dolph Lundgren, Cuba Gooding Jr., Christian Slater; cualquiera de estos actores con los que Damian Lee ha trabajado anteriormente, se caracterizan por protagonizar una serie de películas de serie B de acción las cuales al que esto escribe le apetece ver de vez en cuando sabiendo a ciencia cierta lo que me voy a encontrar. En este caso, por aquello de que todo el mundo se supone puede evolucionar, y que en el reparto se encuentran un Andy García cuyo sola presencia hasta la fecha para mi ha justificado la visión de cualquiera de sus trabajos, un Forest Whitaker que a pesar de algún bache que otro en los últimos tiempos siempre se merece un visionado por lo gran actor que es, y unos secundarios apañadejos, esperaba algo con un poco mas de enjundia cinematográfica.

Pues bien, el argumento aunque tópico en lo que tiene de denuncia social de plena actualidad (recurrente en series B al uso) daba para algo mas a poco que luciera algo elaborado, pero lo atropellado que luce como este va corriendo, y lo mal cocinado que están esos ingredientes (mensaje ecologista, corporaciones criminales, redenciones personales, y actos altruistas / heroicos), solo la harían salvable bajo el prisma de action movie, cosa que tampoco sucede, ya que las pocas escenas de acción que contiene son de pena, con Andy García y Forest Whitaker saliendo ilesos de balaceras varias (rodeados de numerosos malos disparando sin darles y ellos acertando como si estuvieran en una barraca de feria), y en cuanto al elenco femenino, una penosa Eva Longoria haciendo el canelo, y una cuasi grimosa en sus retoques estético faciales Deborah Kara Unger pasable en el papel de uno de los personajes eje de la trama.

En resumen, salvo el atractivo mitómano de ver a Andy García y Forest Whitaker pegando 4 tiros codo con codo, y la siempre regocijante breve aparición del cubano Steven Bauer (desde su Manny en “El precio del poder 1983” una película si y otra también acaba muerto a las primeras de cambio) nada nuevo bajo el sol en la filmografía de Damian Lee.

Se trata de un film que aborda el problema actual del agua en mundo y como determinadas multinacionales con la colaboración de corruptos y desalmados en muchos países se apropian del agua y se la venden a las personas nativas de los lugares.

En este sentido, hay que recordar aquí que existe un importantísimo artículo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (el nº 31) que aún no ha sido aprobado pero es urgente que se reconozca cuanto antes. El mismo debe decir más o menos: "Todos tienen derecho al agua potable, adecuada para el bienestar y la salud del individuo y la familia, y nadie debe ser privado de dicho acceso ni de la calidad del agua por intereses particulares."

En cuanto a la realización de esta película decir que su resultado es un producto bastante mediocre: por ejemplo la masacre de campesinos por parte de una multinacional canadiense que negocia con el agua se desarrolla en Ecuador, y entonces el director con todo su equipo de colaboradores y portadores de que el guión sea lo más verídico posible nos presentan a una población ecuatoriana de nativos que son afroamericanos, más en concreto dominicanos haitianos o afroamericanos, es decir un tipo de población que no se da precisamente en un país como Ecuador. Ante tal metedura de pata por parte de los gestores de este film uno se pregunta, ¿Cómo es posible tal incultura e ignorancia al rodar una película, y como los accesores o intelectuales de la historia narrada no le corrigieron tal despropósito al director y al productor? ¡Lo cual deja de relieve que en Canadá también hay alumnos que aprueban supuestas "logses" canadienses y son tan incultos y mediocres como los alumnos del sistema educativo español, por más que lleguen al estrellato del séptimo arte!

Se me dirá que es que la película está rodada en R.Dominicana y de ahí el hecho que aparezca una población nativa de negros más negros que el carbón tales como es realidad son los dominico-haitianos, pero no me vale, porque en la isla La Española también hay mulatos y mucha gente nativa de raza indoeuropea, en consecuencia podían haber puesto en escena nativos de estos rasgos, que al menos se pareciesen a ecuatorianos de Ecuador, no a un pueblo de negros y negras todos en una escena donde se sublevan contra el ejército y donde a todas luces se ve que son dominico-haitianos y jamás de los jamases ecuatorianos de Ecuador, el país sudamericano.