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Días contados (1994)

Días contados
93 min.
6.3
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Sinopsis
Antonio, un pistolero de la banda terrorista ETA, días antes de cometer un atentado, conoce a Charo, una drogadicta de dieciocho años que, a pesar del ambiente sórdido en el que ha crecido, conserva todavía la ingenuidad. Él ha dedicado su vida a una causa en la que ya no cree y su malestar crece al sentirse atrapado en un callejón sin salida donde todo es destrucción y muerte. (FILMAFFINITY)
Género
Thriller Drama Terrorismo ETA Drogas Prostitución
Dirección
Reparto
Año / País:
/ España España
Título original:
Días contados
Duración
93 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
1994: 8 Premios Goya, incluyendo Película, Director, Actor (Gómez), Secundario (Bardem)
1994: Festival de San Sebastián: Concha de Oro y Actor (Javier Bardem)
1994: Premios Ondas: 4 premios.
"Thriller pasional, hiperrealista y desaforado que de un golpe descubre lo mejor del panorama interpretativo español"
[Diario El País]
3
El parrús de la Gabriel
-“¿Vas a ver a Alfredo? Pues dile que si me quiere follar me tiene que pedir perdón de rodillas; y si no, que se vaya a follar con su puta madre”.
Frases como ésta, que se repiten con insistencia, nos dan una idea de la categoría del guión y del planteamiento de Uribe, un supuesto experto en temas etarras. Y con razón: esta película es auténtico terrorismo cinematográfico. Desde luego, si la novela de Juan Madrid es tan demencial como el guión de estos “Días follados”, digo “Días contados”, me temo que se le va a escapar el Nóbel de Literatura. Esta patética historia de amor entre un gudari etarra y una yonqui miramicoño qué bonito es, no tiene mayor atractivo que la entrepierna de Ruth Gabriel o las peras de Candela Peña, venga o no a cuento enseñarlas. Por cierto, la disquisición de las dos en la cama, acerca de su condición de putas, es de traca. Como lo es el personaje de Karra Elejalde y sus ridículos secuaces. Carmelo Gómez está como siempre, se sabe que está porque hace mucho bulto. El único que se salva es Bardem, cuyo personaje de yonqui pasado de vueltas resulta bastante convincente.
El comportamiento del comando etarra es para la antología del disparate. Supongo que cuando la película la vieron los que realmente saben de terrorismo, o la gente del entorno de ETA, se descojonaron; incluso puede que alguno se cascara una manola a cuenta de los calentones de la pareja protagonista. Capítulo aparte merece la banda sonora de Nieto; creo que es la peor que he oído en mi vida, a medio camino entre el publirreportaje de una marca de embutidos y un mix del Vangelis de “Carros de fuego”. Muy a su pesar, supongo, resulta cómica.
Ah, creo recordar que en su día la película se vendió como una visión novedosa del fenómeno etarra: entre teta y teta, el parrús de la Gabriel.
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126 de 188 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
Españolada.
Analicemos el argumento, un etarra se traslada a Madrid y se instala en el barrio donde cometerán el próximo atentado, su objetivo un cuartel de policía. El protagonista mientras investiga y saca fotos del barrio bajo la tapadera de un fotógrafo, conoce y se enamora de su vecina, una drogata de mala vida que le hará replantearse sus prioridades. Pues bien a partir de esos mimbres, que no parecen malos, por lo menos para poder hacer una película medianamente decente y por lo menos original, Uribe nos ofrece un esperpéntico espectáculo de tetas y coños gratuitos, policías cargados de tópicos que rozan el ridículo y que bien podrían salir en Torrente 4, una fauna de personajes que pretenden reflejar la realidad de las calles de Madrid de mediados de los 90, pero que en realidad parecen sacados de la más trasnochada película ochentera de la movida madrileña. Un comando etarra que da más pena que miedo con un Carmelo Gómez que pretende poner algo de seriedad en toda esta Rue del Percebe que monta su director, pero que no termina de convencerse ni a sí mismo del fregao donde se ha metido.
El argumento hace más aguas que la proa del Titanic mirando a las estrellas y nada de lo que sucede tiene un mínimo de sentido lógico. El personaje del portugués, las pesquisas de la policía que va tras él, los etarras pululando por Madrid, el novio que está a punto de salir de la cárcel, tiene todo tan poco peso narrativo que aportar a la trama principal, que al final lo único que te interesa es cuando van a volver a salir las dos tías en pelotas bañándose juntas en bolas o durmiendo juntas en bolas o cualquier cosa que se pueda hacer juntas y en bolas.
Candela Peña que solo sale para enseñar mameya, Javier Bardem que por lo menos es divertido, desaprovecha su talento en un papel secundario absurdo, Pepón y su absurda aportación a la trama...
Uribe en serio hazte una gayola antes de ponerte a dirigir, por que en esta estabas más salido que el tacón de la Lola Flores.
Una de las películas más sobrevaloradas del cine español, encima entre paja y pajote, pretende que le cojamos simpatía a un etarra que solo piensa en follar y en meterle tiros a policías en la nuca, siniestramente penosa.
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54 de 77 usuarios han encontrado esta crítica útil
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