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La mujer del Faraón (1922)

La mujer del Faraón
110 min.
6.4
111
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Película completa (MUDO)
Sinopsis
La devoción por una bella esclava provoca una guerra entre el faraón Amenes y el rey de Etiopía. Pero ella ama a Ramphis. Fue la película más espectacular que se había producido hasta entonces en Europa y utilizaba una impresionante reconstrucción de las pirámides, los templos, los desiertos e incluso el Nilo en los estudios alemanes Ufa. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Histórico Cine épico Antiguo Egipto Cine mudo
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Alemania Alemania
Título original:
Das Weib des Pharao
Duración
110 min.
Guion
Fotografía
Compañías
Links
8
El ocaso de los reyes
Theonis, es una esclava griega al servicio de Makeda, la hija del rey Samlak de Etiopía. Pero la hermosa y altiva muchacha se resiste a servirla… y cuando conoce a Ramphis, un egipcio que se ofrece a salvar su vida ahora en peligro, ella no lo pensará dos veces para huir con él. Al llevarla el salvador a palacio -donde su padre sirve al rey Amenes-, la pareja tendrá escaso tiempo de efusivo romance... porque pronto aparecerán los etíopes, con dos marcados propósitos: 1. Establecer una alianza de cooperación con el rey egipcio. Y 2. Rescatar lo que sienten que les pertenece: la esclava Theonis. A entregarla se compromete el rey Amenes... pero cuando conoce a la muchacha, ¡queda tan prendado de su belleza!, que hará lo imposible para no devolverla, pues está él dispuesto a convertirla de inmediato en su reina. Así, “LA MUJER DEL FARAÓN”, se convierte en una intensa historia de amor, en la que un rey, una esclava y un prisionero, terminan amando intensamente al ser que ninguno tiene a su alcance… aunque alguno pareciera tenerlo.

Realizada en términos de superproducción -quizás la más costosa filmada hasta entonces en Alemania-, la película estuvo extraviada durante muchos años, y solo en el año 2003 pudo reencontrarse, habiéndosele hecho un exhaustivo trabajo de reconstrucción del que -contra todos los esfuerzos asumidos durante dos años-, quedaron faltando cerca de 600 metros de película y algunas escenas -sobre todo en los primeros tres actos-, tuvieron que completarse con intertítulos explicativos y unas cuantas fotografías que se conservaron del rodaje.

Con todo, se agradece la gran tarea realizada, porque por fin hemos podido ver el notable filme que, el director Ernst Lubitsch, llevaría personalmente en su primer viaje a los EEUU, realizado con el afán de hacerse conocer. Y el esfuerzo no sería en vano, porque al año siguiente tendría que volver, llamado por la actriz Mary Pickford… y su carrera ya no pararía en los grandes estudios hollywoodenses.

Dagny Servaes, da a su Theonis un fuerte y apreciable carácter, convirtiéndose en la clase de reina que lleva una corona por compromiso, pero cuyo corazón sigue fiel al hombre que alguna vez salvara su vida y la dignificara. Emil Jannings, es el rey Amenes, obsesionado con una mujer imposible… y capaz de poner a su país en riesgo de una cruenta guerra con tal de conservarla a su lado, aunque solo sea para sentirse importante. Y Harry Liedtke es Ramphis -el hijo del sacrificado Sotis-, el hombre constante que buscará ser siempre digno de la mujer que ama.

Tragedia de amor al estilo griego, “LA MUJER DEL FARAÓN”, cuenta con complejas escenas de masas, muy bien manejadas en términos generales. La puesta en escena sobresale con sus lujosos decorados egipcios y la historia es muy llamativa, prefiriendo Lubitsch la solución al estilo Eurípides, pues también él sentía que iba siendo el tiempo de que comenzara el ocaso de las monarquías. Y creo que la razón es tan sencilla como fundamental: la base social de los reinos es la desigualdad (nosotros aquí arriba y ustedes allí abajo) y el principio esencial de la evolución humana es la equidad, porque ésta es la única forma en que demostramos que estamos siendo justos.
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7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
La esclava y el faraón
Cuando Lubitsch comenzó a hacer "Das Weib des Pharao" en 1921, se encontraba en la cima de la industria cinematográfica alemana. Había realizado 17 largometrajes y cortometrajes desde 1918, incluidas comedias, epopeyas históricas y adaptaciones literarias y casi todos habían sido éxitos de taquilla. "Madame Dubarry" (1919) fue un éxito aclamado internacionalmente. Se estrenó con el título "Passion" en los Estados Unidos en diciembre de 1920 y fue crucial para acabar con el persistente prejuicio de la posguerra contra el cine alemán. La prohibición del gobierno alemán sobre la importación de películas extranjeras, establecida en 1916, se mantuvo después del final de la guerra. Solo a principios de 1921 se volvieron a ver películas estadounidenses en las pantallas alemanas. Durante esos cinco años, el estilo de Hollywood había cambiado considerablemente y la gente de la industria alemana notó las diferencias, particularmente en la iluminación. Lubitsch comprendió rápidamente los nuevos rasgos de las películas estadounidenses y los dominó. "Das Weib des Pharao" fue la primera película que dirigió después de ver el Hollywood moderno, y el cambio con respecto a su trabajo anterior es sorprendente.
Al formar su propia compañía, EFA, Lubitsch trajo consigo algunos antiguos colaboradores, incluido el guionista Hanns Kräly, el director de fotografía Theodor Sparkuhl y el diseñador Kurt Richter. EFA se propuso crear el estudio más moderno de Europa, equipado con equipos estadounidenses de última generación. El estilo de iluminación de "Das Weib des Pharao" es el indicador más evidente del impacto de las películas de Hollywood en Lubitsch.

Stern, que había diseñado los decorados de "Die Bergkatze", la película anterior de Lubitsch, colaboró ​​con Richter en "Das Weib". Como egiptólogo aficionado, estaba en condiciones de representar los decorados, las estatuas e incluso algunos de los textos jeroglíficos con una apariencia de autenticidad. Los decorados de Stern prefiguran los de "Los Diez Mandamientos", de Cecil B. De Mille, realizado para Paramount aproximadamente un año después. Aunque los decorados exteriores recordaban a los de las epopeyas anteriores de Lubitsch, el uso de iluminación selectiva les dio un aspecto nuevo en el cine alemán. A pesar de estas innovaciones, el estilo de actuación de la película continúa la tradición vigente en todo el cine alemán de la década de 1910. Tal vez debido a su presupuesto mucho mayor y sus enormes escenarios, "Das Weib" recurre ampliamente a un estilo de actuación exagerado que se parece poco a las interpretaciones sutiles que Lubitsch pronto obtendría de sus actores en posteriores trabajos.

Por tanto, y a modo de conclusión, podemos decir que la última película alemana de Lubitsch antes de que se fuera a Hollywood es absolutamente innovadora a nivel técnico y precursora -sobre todo a nivel de decorados- de posteriores trabajos hollywoodenses. Sin embargo, y en esto radica uno de sus puntos débiles, la interpretación de sus actores resulta un poco arcaica y sobreactuada no consiguiendo empatizar con el espectador. Por otra parte, el otro punto débil del film radica en el guión ya que, por mucho que nos esforcemos en considerar que esto es ficción y no historia del Antiguo Egipto, resulta del todo imposible creer que un faraón de Egipto se case por amor con una esclava y que la respete ante la resistencia de ésta.
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