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Delicias turcas (1973)

Delicias turcas
103 min.
6.2
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Trailer (INGLÉS)
Sinopsis
Un escultor holandés (Rutger Hauer) mantiene un tormentoso y erótico romance con una hermosa muchacha. En otro tiempo, el artista era un libertino que coleccionaba en un álbum sus conquistas amorosas como si fueran trofeos. (FILMAFFINITY)
Género
Romance Drama Erótico Drama romántico
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Países Bajos (Holanda) Países Bajos (Holanda)
Título original:
Turks Fruit (Turkish Delight)
Duración
103 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
1973: Nominada al Oscar: Mejor película de habla no inglesa
5
AVISO A ESCRUPULOSOS
[1] Peculiar ‘love story’ en la Holanda de los 70’: un escultor impulsivo y bohemio, y una joven avanzadamente consciente de su libertad sexual.
Más que un flechazo, tienen un arponazo: ella le recoge en autoestop y pocos metros después paran a comprobar los asientos abatibles.
Los acusados caracteres de los personajes propician un romance intenso, desinhibido y vital; a la vuelta de unos años, una crisis también intensa, muy turbulenta.
La narración (brusca, espontánea, rompedora y llena de altibajos) arranca recién ocurrida la crisis de la pareja, recorre por los antecedentes de tal crisis un largo flashback circular, y desarrolla luego una dramática coda, todo mediante un realismo que busca con fiereza la provocación y no tiene inconveniente en bordear lo cutre.


[2] Del Libro de Estilo de “Delicias Turcas”:

I. Para dar una idea de la crisis y dejadez de un personaje: en su cocina es visible comida colonizada por gusanos, moscas y moho.
II. Para indicar que un personaje aún ama a su ex: pega su foto a la pared con un salivazo y se masturba enérgicamente hasta eyacular sobre la imagen en cuestión de segundos.
III. Si se quiere aclarar que un burgués en realidad es campechano y sencillo: se saca un moco, lo redondea con pulgar e índice y lo pega bajo la butaca.
IV. Si un personaje, sentimental, guarda en un álbum recuerdos de sus amores: en las páginas va pegando mechones de vello púbico.
V. Un suceso extraordinario puede marcar el primer encuentro entre unos amantes: él se pilla el miembro con la cremallera.
VI. Cómo evitar la solemnidad al contar una boda: la novia, embarazada, rompe aguas y un perro lame el asiento que ocupaba.
VII. ¿Cómo subrayar la preocupación por la salud gástrica?: la consistencia, color y peso de los excrementos se sopesan a mano.
VIII. Para enfatizar el dramatismo de una enfermedad terminal: bajo el cobertor, el enfermo presenta hinchazón monstruosa; unos recipientes bajo la cama recogen líquidos y secreciones que traspasan el colchón.
IX. Para expresar el fuerte malestar de un personaje durante una cena social: vomita a sifón sobre otros comensales, proyectándolo también sobre un espejo, donde la cámara permita apreciar la composición del menú.
X. Si el argumento requiere que un personaje se ausente, ha de haber un buen pretexto: sacar al perro que una vez en la calle se esfuerza, arqueado, en empujar sus deyecciones al exterior del cuerpo.

[3] Quien prevea por su parte una reacción escrupulosa ante estilo semejante, sin tal vez encontrarlo del todo divertido, puede saltarse “Delicias turcas” y continuar su búsqueda de películas.
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48 de 62 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Apuesta a favor de un feroz realismo narrativo, el amor libre y la liberación de la mujer
Segundo largo de Paul Verhoeven, inspirado en la novela "Turks Fruit" (1969), de Jan Wolkers. Se rodó en exteriores de Amsterdam y Alkmaar y en plató, con un presupuesto estimado de 1 M dólares. Fue nominado al Oscar a mejor película extranjera. Producido por Rob Houwer, se estrenó en septiembre de 1973.

La acción tiene lugar en Amsterdam en 1972/73 y resume un período de tiempo de unos tres años, incluído el flashback que narra el encuentro, la historia de amor y la ruptura de Erik (Rutger Hauer) y Olga (Monique van de Ven). Él es un escultor bohemio, acreditado y apasionado por su trabajo. Desolado y dominado por el recuerdo de su gran amor a Olga, trata de sobreponerse flirteando con amigas ocasionales e imaginando escenas de venganza violenta para descargar su rabia contra los prejuicios que arruinaron su matrimonio. El recuerdo de Olga revive en su memoria más allá de su voluntad, como explica el largo flashback.

La película exalta la libertad sexual y el amor sin tabús, que proliferó en Europa y EEUU en la década de los 60, marcada por la prosperidad económica, el desencanto juvenil asociado a la elevación del éxito económico a categoría de valor central de la sociedad occidental y la progresión de la liberación de la mujer. Erik encarna los nuevos ideales y, como tal, se encuentra enfrentado a la vieja sociedad, que le rechaza por bohemio, extravagante, transgresor e indigno de Olga. La familia de ésta organiza una tenebrosa fiesta con cena en un restaurante chino, a la que invitan a Erik. En ella Olga flirtea con un acomodado hombre de negocios, ante el aplauso de todos y la estupefacción de Eric. La narración del amor de Erik y Olga se desarrolla con gran fuerza narrativa, notable frescura, sentido de la provocación y una estética ferozmente realista que, en ocasiones, busca el rechazo expresionista (ojo de venado en el plato, defecación del can, vómitos, sordidez del apartamento de Erik). El realismo se complementa con escenas de humor surrealista como la boda, la agonía del padre, la inauguración de una escultura en un parque, el fetichismo de Erik (album de mechones de cabello, de vello púbico, fotos, etc.).

La música suma exostismo y lirismo en torno a una sugerente melodía central. Añade un fragmento de la "Marcha Radezky". La fotografía opta por un realismo de gran fuerza visual, no exento de recursos al feismo expresionista, al desnudo y al sexo explícito, libres de obscenidad. El guión construye una historia militante a favor de la liberación sexual de la juventud del momento y en contra de los tabús tradicionales. La interpetación de los dos protagonistas, en su doble debú en cine (Monique tiene 20 años), es rico en naturalidad y desenvoltura. La dirección apuesta por una nueva forma de narrar y por los valores de liberación de los jóvenes y la mujer.

La película constituye un interesante documento sobre la sociedad europea de los años 70 anteriores al primer crac del petróleo (diciembre 1973).
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36 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
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