Preston Tylk (2000)

Analicemos este intento de película. A ver, Preston Tylk es un hombre que se pelea con su mujer, sale a dar un paseo y cuando vuelve encuentra a su mujer muerta. De brutalmente asesinada nanai que no se ve ni una gota de sangre ni una pelea ni nada.

Sigamos, el hombre no llora a su mujer. Vemos el entierro de la esposa pero no se ve que él la llore en ningún momento. Investigando quién era su amante acude al domicilio de este y lo mata. Así, sin cortarse un pelo. Va, lo mata, y no contento con ello encima se deshace de él.

Pues bien, resulta que alguien graba el asesinato y ahora Preston está como loco porque quiere recuperar la cinta en la que se ve el asesinato. Nada de preocuparse por su mujer ni llorar ni nada, seguimos igual. Va a un investigador privado, muy serio, que le dice que le va a ayudar. No a limpiar su nombre por el asesinato de su mujer, no, si no hubo interrogatorio desde el principio ya no lo va a ver.

Total, que una cinta que prometía en la sinopsis se queda en una de las peores cintas de suspense que he visto en mi vida. Pero no por actuaciones y demás sino por su guion absurdo. ¿Al final te tienes que sentir identificado con el personaje o algo o qué? ¿Ese lluvia cayéndole con música que parece de «The Prayer Cycle» de Jonathan Elias es como catártica no? Ja, ja, ja.

La había visto hace tiempo, pero solo recordaba escenas sueltas. Tenía bastante expectativas en ella por Luke Wilson y por Norman Reedus. Pero solo apta para gente a la que le gusta no tomarse en serio las películas.

No leas el espoiler que cuento quién es el asesino.