De eso no se habla (1993)

De las últimas apariciones del gran Mastroianni que se podía haber ahorrado.

San José de los Altares, existe, en realidad no existe, es un pueblo imaginario pero San José es un santo a quién más de uno debería haberse encomendado. La cantada vivida en dicho pueblo dará lugar a una historia burda que tal vez guarde una metáfora de la vida, o una profunda enseñanza, algo, algo que yo, ignorante de mí, no he sabido descubrir ni en Marcelo ni en la enana, sí en la madre pero es algo personal y no diré nada amparándome en la Ley de Protección de Datos.

Como esta película no pasará a la historia, añadiré a título de curiosidad para mentes inquietas, que existe una novela muy extraña del inglés Walter de la Mare, que se titula Memorias de una enana y que tuve el placer de leer hace ya muchos años, en la que me llamó la atención la personalidad de la amiga de la enana, Fina, pero no tiene nada que ver con esta película. También hay otra referencia en la película: La sensación de París (1938), con Douglas Fairbanks Jr., en la que el Maitre de un respetable restaurante le confiesa que en tiempos, se casó con una enana. Tampoco era la misma.

El caso es que la gente vive con prejuicios, y más en una sociedad rígida donde todo se mira pero al mismo tiempo todo vale. Aquí hay putas, desafíos, amarguras y envidias. Nosotros constatamos que nuestros comentarios van hacia la película, exclusivamente.

¡Pero que un señor apuesto como D´Andrea (Mastroianni) se quiera casar con una niña enana clama al cielo! Pues sí, y completamente enamorado, dice. Por favor... ¡Con una enana! ¿Qué extrañas intenciones ocuparán la mente de ese pervertido?

La trama de la película se desarrolla por un camino tal vez excesivamente largo, se supone que necesario para comprender el núcleo del drama vivido, pero son muchos minutos tras ello porque en realidad lo que no hay, es lo que más se desea que suceda, una intriga amorosa explícita, un amancebamiento de los buenos o un algo que nos haga vibrar ante eso de lo que no se habla.

Durante el trayecto podríamos haber asistido a secuencias de buen cine, al menos de buen enfoque, pero no lo hubo, la película es fea, de doloroso camino, como el resultado es feo para unos, para otros no lo será, claro, el caso es que puede tomarse como una vivencia más que nos aportará experiencia.

Un film que daba para más, no es una historia memorable, pero tiene cosas interesantes.

Una buena dirección de Bemberg (en lo que fue su último film), como con el guión plantea el tema del rechazó a la gente enana y la recreación de época… perfecta.

Lo mejor sin duda es ver a Mastroianni en una producción argentina… cómo se compromete con el personaje.

Brando me convenció como madre que se preocupa por su hija y Podestá cumple, después hizo una película más y dejo de participar… pero se volvió más conocida por su brutal asesinato en 2011.


Nota: 6/10
Amarillo, Pulgar Arriba.