Escena (Español)
- Sinopsis
- Irlanda, 1916. Cuando Charles (Mitchum), un maestro rural viudo, vuelve de Dublín a su aldea natal, Rosy (Sarah Miles), una muchacha muy impulsiva, se encapricha con él y no parará hasta llevarlo al altar. Pero el matrimonio fracasa: Charles es un hombre maduro y sosegado mientras que su esposa es una joven muy apasionada y romántica que acaba enamorándose de un oficial inglés con el que se ve en secreto. (FILMAFFINITY)
- Género
- Drama Romance Años 1910-1919
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 1970 / Reino Unido
- Título original:
- Ryan's Daughter
- Duración
- 206 min.
- Guion
- Música
-
- Fotografía
- Compañías
- Links
Premios
1970: 2 premios Oscar: Secundario (Mills), Fotografía. Nominada a Actriz (Miles) y Sonido
1970: Globo de Oro: Secundario (Mills). Nom. a Actriz (Miles) y Secundario (Howard)
1970: Premios BAFTA: 10 nominaciones incluyendo a Mejor película y director
1970: Sindicato de Directores (DGA): Nominada a Mejor director
1970: Premios David di Donatello: Mejor productor extranjero
"Toda una maravilla (...) personajes fascinantes en su ambigüedad y, por si fuera poco, Robert Mitchum aporta una inagotable gama de recursos interpretativos"
Fernando Morales
[Diario El País]
11
3
Positiva
6
Neutra
2
Negativa
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Una lección
3 de marzo de 2006
David Lean se retiró durante 14 años del cine debido a los furibundos ataques de la crítica neoyorquina contra esta película. Qué tragedia. Ya no tiene remedio: un autor deja de crear en el mejor momento artístico de su vida por culpa de unos plumillas ignorantes y soberbios.
La película es inmensa y su valor es doble porque se hizo justo en 1970: cuando comenzaba a perderse definitivamente el legado de los clásicos. Quien quiera ver cómo se narra, que contemple "La hija de Ryan". Quien quiera saber cómo se fotografía la naturaleza desatada, que no se pierda "La hija de Ryan". Quien desee conocer qué es una historia de amor en la pantalla -una auténtica, con personajes débiles, imperfectos, sujetos a la tensión entre la imagen que tienen de sí mismos y la que tienen los demás- tiene la obligación de ver "La hija de Ryan".
Un plano conduce a otro, una escena se funde con la siguiente, un personaje se introduce en la trama cuando otro acaba su función dramática. Quien quiera estudiar qué es el cine, que empiece o termine por "La hija de Ryan".
La película es inmensa y su valor es doble porque se hizo justo en 1970: cuando comenzaba a perderse definitivamente el legado de los clásicos. Quien quiera ver cómo se narra, que contemple "La hija de Ryan". Quien quiera saber cómo se fotografía la naturaleza desatada, que no se pierda "La hija de Ryan". Quien desee conocer qué es una historia de amor en la pantalla -una auténtica, con personajes débiles, imperfectos, sujetos a la tensión entre la imagen que tienen de sí mismos y la que tienen los demás- tiene la obligación de ver "La hija de Ryan".
Un plano conduce a otro, una escena se funde con la siguiente, un personaje se introduce en la trama cuando otro acaba su función dramática. Quien quiera estudiar qué es el cine, que empiece o termine por "La hija de Ryan".
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244 de 256 usuarios han encontrado esta crítica útil
El ocaso del cine clásico
1 de febrero de 2009
Films como “La hija de Ryan” constatan porque David Lean es uno de los mejores directores de la historia del cine. Un cineasta que supo narrar como pocos y que nos dejó como testamento cinematográfico una peli soberbia. Una obra maestra que permanece fiel a su libreto de estilo original y que, lamentablemente, suscribe el ocaso expresivo de aquello que conocemos como concepción ‘clásica’ del cine.
Rodada en impresionantes escenarios naturales de la costa occidental irlandesa, “La hija de Ryan” reproduce a la perfección ese terrible estigma que se cierne sobre unos personajes sometidos a la tiranía de un entorno natural y de unas circunstancias hostiles. Así pues (recogiendo el testigo de Lawrence, Yuri o Larissa) Rose también pugnará por escapar de su propio destino. Todo ello, claro está, en el marco de una historia de amor y lujuria desatada. Una historia en la que Lean corrobora, una vez más, su vertiente romántica más exacerbada.
Y es que, por desgracia, ya no se hacen pelis como ésta. Pelis que generaban pasta y oscars a mansalva. Pelis que venían enriquecidas con lecturas a diferentes niveles para que cada espectador disfrutara del espectáculo según sus propias exigencias. Pelis que contribuyeron, en definitiva, a hacer del cine un objeto artístico tan entretenido y popular como rebosante de calidad por los cuatro costados.
Rodada en impresionantes escenarios naturales de la costa occidental irlandesa, “La hija de Ryan” reproduce a la perfección ese terrible estigma que se cierne sobre unos personajes sometidos a la tiranía de un entorno natural y de unas circunstancias hostiles. Así pues (recogiendo el testigo de Lawrence, Yuri o Larissa) Rose también pugnará por escapar de su propio destino. Todo ello, claro está, en el marco de una historia de amor y lujuria desatada. Una historia en la que Lean corrobora, una vez más, su vertiente romántica más exacerbada.
Y es que, por desgracia, ya no se hacen pelis como ésta. Pelis que generaban pasta y oscars a mansalva. Pelis que venían enriquecidas con lecturas a diferentes niveles para que cada espectador disfrutara del espectáculo según sus propias exigencias. Pelis que contribuyeron, en definitiva, a hacer del cine un objeto artístico tan entretenido y popular como rebosante de calidad por los cuatro costados.
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