El décimo reino (Miniserie de TV) (2000)

Cuentos, leyendas, monstruos, fantasía y brujas malas se dan cita en esta telefilmera batidora que se estrenó hace bastante y que seguí con especial interés en TeleCirco. Ni su estilo ni su guión ni prácticamente nada, tanto en su aspecto formal como en todo lo demás, son dignos de elogio y la mención de ellos no va más allá de la corrección o de la inevitable curiosidad que suscita la mezcolanza y revisión de ciertos cuentos y/o leyendas populares.

Es puro y duro telefilm en formato de mini-serie, para ser disfrutado durante o después de la cena, y jamás en ningún otro contexto, ya que su propia esencia nos obliga a lo primero (en simpáticas sesiones nocturnas semanales para evitar el tedio que asomaría en sus larguísimas siete horas de relato barato). Pero bien repartido y dividido queda un producto la mar de majo y totalmente inofensivo.

Como resulta evidente, la puntuación que le doy, seguramente, sea objetivamente inmerecida, pero no puedo evitar sentir cariño hacia ‘El décimo reino’, una historia de aventuras clásicas que me enganchó desde su primer capítulo, siendo siempre simpática y entretenida, con una galería de personajes y criaturas entre jocosa y atractiva. Aunque comentar sus valores cinematográficos sea una pérdida de tiempo, verla no lo fue para mí en absoluto. La disfruté y tenía ganas de que incluyeran su ficha en FA. Nostalgia reloaded.

¡Adoro esta miniserie! La vi por primera vez a los 12 años, precisamente cuando Telecinco la emitió completa, y me quedé maravillada! La disfruté tanto! Recuerdo que cada semana esperaba ansiosa que emitieran un nuevo capítulo y que además su emisión en TV coincidió con la época del resurgimiento de la fantasía con el estreno en cines de las primeras entregas de las sagas de "El Señor de los Anillos " y "Harry Potter". Y entre esas películas y esta miniserie, me convertí en adicta a la fantasía para la posteridad.

Me encantaba la forma en la que tratan los cuentos, con socarronería y un sano cachondeo. Y el romance entre Virginia y Lobo (Wolf en versión original) era precioso! Pocas veces he encontrado una relación tan bien enfocada, que evolucione tan bien a lo largo de los cinco episodios, pasando de la desconfianza inicial a un profundo amor al final. Mi personaje favorito siempre fue Lobo. Era el mejor de toda la miniserie! Sin duda Scott Cohen realizó una gran trabajo con este personaje, ya que rebosaba carisma y ciertamente era muy divertido.

Me alegro muchísimo de que FA hiciera caso a mi sugerencia y la haya incluido en su fichero, porque realmente es una mini-serie muy buena que nunca olvidaré porque me hizo soñar una vez que había un lugar donde los cuentos eran una realidad.