arrow

Historias de miedo para contar en la oscuridad (2019)

Historias de miedo para contar en la oscuridad
111 min.
5.3
8,546
Votar
Plugin no soportado
Añadir a listas
Disponible en:
Alquiler
Compra
Trailer final HD (ESPAÑOL)
Ver 5 más
7
Una agradable sorpresa de terror
Desde que se anunció este proyecto de terror, tuve curiosidad en él. Producida (y escrita, junto a otros) por Guillermo del Toro, la película es una adaptación de una popular novela, que recopila relatos cortos de terror.

Una vez las críticas han sido más que favorables, me he decidido a pasar por los cines para comprobar si esta nueva producción de terror estaba a la altura de los positivos comentarios o era un bodrio digno de directo al videoclub (que a primera vista es lo que parecía, y es que los trailers no le han hecho ninguna justicia).

Pues bien, puedo confirmar, con mucha satisfacción, que nos encontramos ante un cuento de terror clásico, tan efectivo como entretenido, y que, sin ser ninguna obra maestra (tampoco lo pretende) hace pasar un buen rato, que no es poco.

La dirección corre a cargo del mismo responsable de la estimable “La autopsia de Jane Doe”, que ya estaba muy bien dirigida. Se nota su mano firme, ya que hay una serie de “set pieces” la mar de logradas y espeluznantes, que están por encima de la media en lo que respecta al género. No obstante, en los momentos oscuros no se aprecia casi nada, aunque, afortunadamente, estos no ocupan todo el metraje, pero conviene recalcarlo.

La película sucede a finales de los 60, en plena era Nixon y con el conflicto de Vietnam de telón de fondo (lo cual no es casualidad y hay un importante mensaje sobre ello), estando la ambientación más que cuidada y hay bastantes homenajes a clásicos del terror, así como un tono (acertado) que apuesta más por la aventura y el toque juvenil, que no por lo visceral, así que no esperéis mucha sangre (o gore), porque no la hay.

Se nota la mano de Del Toro, ya que la película cuenta con una gran galería de monstruos, a cada cual más tétrico, y que harán las delicias de los aficionados al género. Si estuviéramos hablando de un producto de la saga Warren, tendríamos más de cinco “spin-off” sobre sus inquietantes criaturas.

En cuanto al guión, no han descubierto la pólvora, precisamente, pero hay un cuidado y cariño a la hora de contar la historia, y se nota que los responsables estaban realmente implicados en el proyecto, no siendo una película de terror al uso, destinada a amasar millones a costa de unos resultados mediocres. Vamos, el 80% del cine de terror reciente.

Los personajes están bien dibujados, y te preocupas por ellos, ya que tienen buenos diálogos y caen bien al espectador, como debe ser, ya que no son mera carnaza, de nuevo, como en casi todas las películas de terror.

Conviene confirmar que la película no da miedo (aunque sí tensión y hay algún momento muy “creepy” digno de recordar) pero es que es muy complicado lograrlo en los tiempos que corren, donde todo está visto. No obstante, creo que si se hubiese estrenado hace treinta años sería un clásico indiscutible del género.

En el reparto tenemos algún rostro conocido en lo que respecta a los adultos, pero son los jóvenes protagonistas quienes se llevan la palma, ofreciendo buenas actuaciones. Un buen casting, desde luego.

A destacar los efectos de maquillaje (maravillosos) y los efectos especiales, de los cuales no se abusa (como debe ser), haciendo que las criaturas que aparecen en pantalla sean realmente terroríficas.

Cómo último apunte, mencionar que es un error estrenar una película semejante en pleno verano (y más con la competencia que hay) cuando la trama sucede en Halloween y es perfecta para dicha festividad. Fallo de los productores. Sobra decir que esta película, aunque no da realmente miedo, es perfecta para dicha noche.

En conclusión, estamos ante una estimable cinta de terror, que, aunque no revoluciona el género, sí está por encima de la media, y ofrece un espectáculo clásico y entretenido, que no todos sabrán apreciar, pero que un servidor ha disfrutado, porque da más de lo que promete y siempre desde la humildad (se nota el poco presupuesto, pero a la vez se aprecia cada dólar invertido).

Una película de terror con su encanto y muy recomendable, que sabrás apreciar si te gusta el cine de terror clásico y te dejas los prejuicios en casa. No me importaría una segunda parte. Una grata sorpresa.

Más críticas: ocioworld.net
[Leer más +]
67 de 96 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Geniales títulos de crédito
A estas alturas, convendría resolver un par de temas. Lo primero, inventar un nuevo género para referirse a este compendio de películas norteamericanas ochenteras de características tan reconocibles, cuya nostalgia parecemos condenados a arrastrar eternamente. Son aquellas entrañables aventuras protagonizadas por niños, adolescentes en ocasiones, marginados por la sociedad y víctimas de los abusos de sus compañeros de colegio. Historietas que a veces eran edulcoradas con algún toque fantástico y casi siempre reforzadas por tristes conflictos vivenciales, como el divorcio de los padres, la incomunicación con los mismos o el clásico choque de clases. Algunos ejemplos son E.T. (Steven Spielberg, 1982), Los Goonies (Richard Donner, 1985), La historia interminable (Wolfgang Peterson, 1984), El secreto de la pirámide (Barry Levinson, 1985), Exploradores (Joe Dante, 1985), Jóvenes ocultos (Joel Schumacher, 1987) Cariño, he encogido a los niños (Joe Johnston, 1989) o la más tardía Jumanji (ídem, 1995).

Creo necesario apuntar cierto detalle antes de continuar. Este género (de nombre, por el momento, inexistente) destacaba principalmente por ser un producto dirigido a toda la familia. Desde esta premisa presentaba, en ocasiones, pequeñas extensiones que se desviaban levemente hacia otros géneros, como el drama (casos de El club de los cinco - John Hughes, 1985- y Cuenta conmigo – Rob Reiner, 1986- ) o el terror (casos de Poltergeist - Tobe Hooper, 1982 - y Gremlins - Joe Dante, 1984-). Es en este último en el que se aferran, curiosamente, ciertos productos contemporáneos que reproducen el mentado género ochentero. Pienso en casos como Super 8 (J.J. Abrams, 2011), Stranger Things (2016, Matt Duffer), It (Andy Muschietti, 2017), Ready Player One (Steven Spielberg, 2018) o el título que nos ocupa, Historias de miedo para contar en la oscuridad (Andre Ovreadl, 2019). Y esto nos lleva al siguiente punto: convendría inventar también un género que englobe estos títulos contemporáneos cuyo motor principal es su nostalgia hacia el género descrito.

Lo siguiente seria aprobar una ley (y esta tiene que valer por cualquier tipo de película) que condenara a trabajos forzados a todo director que se atreviera a reproducir determinados “tópicos terroríficos”. Habría que prohibir, por ejemplo, este cansino recurso de eliminar toda la música y efectos sonoros para conducir algún personaje (a velocidades tan lentas que uno teme acabar retrocediendo en el tiempo) hacia un previsible sobresalto, propiciado por el estallido de todos los altavoces. Tuvimos suficiente con las 132 primeras veces. Habría que prohibir, también, la introducción de crescendos de violines de sonido ultra-sónico diez minutos antes de presentar una imagen terrorífica. Fue impresionante en El resplandor, un diez por su descubridor. Tratemos ahora de encontrar una (¡sólo una!) nueva fórmula para sugerir peligro inminente. Habría que aprobar, en definitiva, una ley que impidiera a los directores seguir exprimiendo esta piel de naranja cuyo contenido lleva agotado más de veinte malditos años.

Cabe señalar, con todo, que estos “tópicos terroríficos” no responden tanto a dicha “reproducción ochentera” como a una tendencia actual, heredera de otros títulos más posteriores como Scream (Wes Craven, 1996), El sexto sentido (M. Night Shyamalan, 1999), Lo que la verdad esconde (Robert Zemeckis, 2000) o Los otros (Alejandro Amenábar, 2001). Historias de miedo para contar en la oscuridad es el ejemplo perfecto de esta curiosa mezcla: una reconstrucción del “género ochentero” (el comentado en los dos primeros párrafos) bañada por los más típicos y tópicos “recursos terroríficos” (aquello descrito en el tercero). Y nada más. En resumen, el tipo de película que jamás vería la luz si mis anheladas prohibiciones llegaran a ser ejecutadas.
[Leer más +]
86 de 149 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más información sobre Historias de miedo para contar en la oscuridad
Fichas más visitadas