Mako, el tiburón de la muerte (1976)

Potente, directa, sencilla, pasajera, prometedora, desenfadada, ruidosa, arriesgada, absurda, sangrienta, irregular, mediocre, chapucera, ridícula, increíble, previsible y rocambolesca producción de acción y terror que siguiendo una premisa increíble, consigue resultar certera.

Hay algo en el desarrollo de la trama que peca de absurdo, ridículo y previsible, restando interés de una forma precipitada, haciendo que muchas de las situaciones presentadas estén plagadas de incongruencias.

Por su temática, reparto y estilo visual, me atrevo a decir que es una de esas producciones que surgieron y vieron la luz, tras el éxito en años anteriores de producciones de terror y suspense, como: Tiburón, y Los pájaros, entre otras.

Mako, el tiburón de la muerte, queda como una endeble producción de acción y terror que puede funcionar bien, si se aceptan y asimilan los pensamientos de los tiburones.