Trailer (INGLÉS)
- Sinopsis
- La mujer de Lawrence Fassett, un agente de la CIA, es asesinada por dos enmascarados que, según todos los indicios, obedecían órdenes de Maxwell Danforth, poderoso jefe de la Central de Inteligencia Americana. Fassett sigue la pista de la organización clandestina Omega, posiblemente vinculada con el KGB. (FILMAFFINITY)
- Género
- Intriga Thriller Acción Drama Crimen Espionaje Televisión Amistad Venganza
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 1983 / Estados Unidos
- Título original:
- The Osterman Weekend
- Duración
- 99 min.
- Guion
- Música
-
- Fotografía
- Compañías
- Links
El último balazo de Sam
12 de febrero de 2010
Debo admitir, en primer lugar, que me cuesta horrores creer que “Clave: Omega” sea una peli de Peckinpah. Pero lo es. Concretamente, la última. Me cuesta creerlo -así, a bote pronto- porque no atisbo en ella ni el menor rastro de su poética. Ni el menor rastro de su desaliento, ni de su desconsuelo, ni de su amargura, ni de su nihilismo. Ni el menor rastro de ese discurso descarnado y pesimista que siempre caracterizó al cine de Pecki. Un cine tosco y bruto, sí, pero terriblemente intenso y visceral.
“Clave: Omega”, en cambio, es el típico thriller concebido única y exclusivamente para entretener al personal. Un thriller efectivo, sí, pero un thriller -en definitiva- en el que solo aflora el Pecki más frívolo y superficial. El de la cámara lenta, el de la violencia a destajo, el de la misoginia más inicua, el de la acción más trepidante… Solo ese Pecki es el que aparece en su último film.
Aún así, si te van las pelis de espionaje, los repartos con muchas caras conocidas y unas breves pinceladas de denuncia político-social, probablemente pasarás un buen rato viendo “Clave: Omega”. Pero poco más. La mera curiosidad, quizás, de escuchar un último balazo. El último de Sam.
“Clave: Omega”, en cambio, es el típico thriller concebido única y exclusivamente para entretener al personal. Un thriller efectivo, sí, pero un thriller -en definitiva- en el que solo aflora el Pecki más frívolo y superficial. El de la cámara lenta, el de la violencia a destajo, el de la misoginia más inicua, el de la acción más trepidante… Solo ese Pecki es el que aparece en su último film.
Aún así, si te van las pelis de espionaje, los repartos con muchas caras conocidas y unas breves pinceladas de denuncia político-social, probablemente pasarás un buen rato viendo “Clave: Omega”. Pero poco más. La mera curiosidad, quizás, de escuchar un último balazo. El último de Sam.
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29 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
''La verdad es una mentira que aún no ha sido descubierta'' (6.5)
7 de agosto de 2006
La primera parte es bastante interesante, a pesar de las ridículas grabaciones del asesinato de la mujer de Fasset. Nos ofrece buenas dosis de tensión, intriga y sentido del humor –la entrevista al tardo militar, o cuando Fesset no es capaz de cambiar la señal del televisor y se ve obligado a actuar como improvisado hombre del tiempo–.
Pero a partir de la mitad, la acción toma demasiado protagonismo y, lo que es peor, el argumento degenera bastante.
La música es regular tirando a mala.
Fasset vuelve a ser otro personaje demencial en la irregular carrera de John Hurt, un actor impredecible, capaz de regalarnos en el mismo año trabajos soberbios y detestables.
Pero a partir de la mitad, la acción toma demasiado protagonismo y, lo que es peor, el argumento degenera bastante.
La música es regular tirando a mala.
Fasset vuelve a ser otro personaje demencial en la irregular carrera de John Hurt, un actor impredecible, capaz de regalarnos en el mismo año trabajos soberbios y detestables.
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18 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
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