Trailer (INGLÉS)
Ver 2 más- Sinopsis
- Una joven de familia acomodada lleva a casa, para presentárselo a sus padres, a su novio, un médico negro con el que tiene la intención de casarse. A pesar de ser personas de ideas liberales, sus padres se sienten muy confundidos, especialmente el padre, que teme que un matrimonio interracial no traiga más que problemas a su hija. (FILMAFFINITY)
- Género
- Drama Comedia Romance Racismo
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 1967 / Estados Unidos
- Título original:
- Guess Who's Coming to Dinner
- Duración
- 108 min.
- Guion
- Música
Premios
1967: 2 Oscars: Mejor actriz (Katharine Hepburn), guión original. 10 nominaciones
1967: Globos de Oro: 7 nominaciones, incluyendo Mejor película - Drama
1968: Premios BAFTA: Mejor actor (Tracy) y Mejor actriz (Hepburn). 3 nominaciones
1967: Círculo de Críticos de Nueva York: Nominada a mejor actor (Spencer Tracy)
1967: Sindicato de Directores (DGA): Nominada a Mejor director
Simpática, elegante y esperanzadora (7.95)
17 de agosto de 2006
La tengo en mi lista de películas que dejan muy buen rollo. Es una comedia de lo más divertida, inteligente y esperanzadora. Después de verla tienes esa sensación de que, a pesar de sus prejuicios, el ser humano no es racista por naturaleza; tienes la esperanza de que, aunque sea lentamente, desaparecerán los problemas raciales en el mundo.
La dirección es muy elegante, acertadamente teatral –es de las historias que lo piden a gritos–, con unos decorados que, aunque simples, son bellísimos –¡menuda puesta de sol!–. De los actores hay que destacar a una Hepburn que encarna a la madre juiciosa con mucha delicadeza, a un Spencer Tracy –el mejor de todos– que está enfadado consigo mismo por no sentir lo que hubiera esperado dada su ideología, a un Poitier tan perfecto que no sé si odiarlo o enamorarme yo también de él, a un Kellaway muy gracioso, a una Beah Richards que no le va a la zaga a la Hepburn y a un Roy Glenn tan cascarrabias como entrañable. Quizás la sirvienta y la novia estén algo sobreactuadas, pero sin llegar a molestar.
En cuanto al discurso final, me pareció algo blandengue, pero el talento de Spencer Tracy hace que parezca sublime.
La dirección es muy elegante, acertadamente teatral –es de las historias que lo piden a gritos–, con unos decorados que, aunque simples, son bellísimos –¡menuda puesta de sol!–. De los actores hay que destacar a una Hepburn que encarna a la madre juiciosa con mucha delicadeza, a un Spencer Tracy –el mejor de todos– que está enfadado consigo mismo por no sentir lo que hubiera esperado dada su ideología, a un Poitier tan perfecto que no sé si odiarlo o enamorarme yo también de él, a un Kellaway muy gracioso, a una Beah Richards que no le va a la zaga a la Hepburn y a un Roy Glenn tan cascarrabias como entrañable. Quizás la sirvienta y la novia estén algo sobreactuadas, pero sin llegar a molestar.
En cuanto al discurso final, me pareció algo blandengue, pero el talento de Spencer Tracy hace que parezca sublime.
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71 de 78 usuarios han encontrado esta crítica útil
El tándem perfecto
10 de octubre de 2007
Iba a ponerme a escribir sobre las parejas famosas del celuloide y televisión para acabar razonando porque a pesar del tiempo y la muerte, Katharine Hepburn y Spencer Tracy formaron y lo siguen haciendo cada vez que uno visiona sus películas: el tándem perfecto. Al final, simplemente decidí que cualquier imagen de ellos juntos vale más que mil palabras, por lo que os invito a visionar cualquiera de las películas que ambos realizaron juntos. Si no me falla la memoria creo que fueron nueve colaboraciones que la pareja nos dejó para la posteridad y para regocijo de aquellos que pueden ver en cada escena una química sin igual.
Por última vez, en “Adivina quien viene esta noche” trabajaron juntos y nos deleitaron con unas soberbias interpretaciones que me ponen los pelos de punta. La escena en que Hepburn ve por primera vez a Sidney Portier es fantástica y me doy cuenta de que hay actores que jamás podrán ser olvidados porque hacían cosas como esa mirada llena de dolor, angustia, miedo e incredulidad.
Katharine Hepburn y Spencer Tracy son lo mejor de la película. Son quizá de lo mejor de todo lo relacionado con el cine. El resto de actores, cumple su papel pero intentar siquiera acercarse a esos astros de la interpretación (sobre todo cuando estaban juntos y la chispas quemaban cualquier escenario cercano) es misión imposible.
Con un guión sólido, Stanley Kramer nos narra una historia que lucha contra la discriminación y contra las intolerancias y que aunque hoy en día podríamos darlo por casi solucionado, no estaría de más extrapolarlo a otras discriminaciones que siguen ocurriendo en el ancho occidente: homosexualidad, religión, lengua o género de las personas. Por lo que no creo, como se comenta en otras críticas, que la película esté envejecida.
Aún así, me gustaría echar una mano a “Vuelve Shane” cuya crítica, está aniquilada cuando no deja de tener una gran razón sobre lo expuesto: Kramer se caga de miedo e intenta suavizarlo con un novio perfecto. Así, es muy fácil.
Por última vez, en “Adivina quien viene esta noche” trabajaron juntos y nos deleitaron con unas soberbias interpretaciones que me ponen los pelos de punta. La escena en que Hepburn ve por primera vez a Sidney Portier es fantástica y me doy cuenta de que hay actores que jamás podrán ser olvidados porque hacían cosas como esa mirada llena de dolor, angustia, miedo e incredulidad.
Katharine Hepburn y Spencer Tracy son lo mejor de la película. Son quizá de lo mejor de todo lo relacionado con el cine. El resto de actores, cumple su papel pero intentar siquiera acercarse a esos astros de la interpretación (sobre todo cuando estaban juntos y la chispas quemaban cualquier escenario cercano) es misión imposible.
Con un guión sólido, Stanley Kramer nos narra una historia que lucha contra la discriminación y contra las intolerancias y que aunque hoy en día podríamos darlo por casi solucionado, no estaría de más extrapolarlo a otras discriminaciones que siguen ocurriendo en el ancho occidente: homosexualidad, religión, lengua o género de las personas. Por lo que no creo, como se comenta en otras críticas, que la película esté envejecida.
Aún así, me gustaría echar una mano a “Vuelve Shane” cuya crítica, está aniquilada cuando no deja de tener una gran razón sobre lo expuesto: Kramer se caga de miedo e intenta suavizarlo con un novio perfecto. Así, es muy fácil.
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