Twin Peaks - Episodio piloto (TV) (1990)

El equivalente literario más próximo a una película no es la novela, es el cuento. Twin Peaks demostró que el de la serie no es ninguno de los dos.

La dosificación de la información aquí no es lineal, sino que se acerca a la obtenida por una persona que se despierta en una habitación a oscuras y la recorre desordenadamente, apalpando para hacerse una idea de dónde está.

Esta serie, pues, cambió mi opinión sobre las potencialidades del formato, para mí superiores a las de la película.

Gran parte de esta cualidad figura ya en el piloto.

Abierto. Sin límites.

He de reconocer que he redescubierto esta fantástica serie recientemente, debido a que cuando la emitieron en Telecinco hace años yo era muy pequeño y apenas tengo recuerdos.
El episodio piloto es en si una obra maestra ¿cómo no me voy a dejar seducir por tal enigma? Al acabar el metraje te haces mil preguntas, intentas relacionar las pocas pistas que dan, no logrando ni por asomo intuir que es lo que ha pasado con Laura y con ese humilde pueblo perdido de la mano de Dios.
Sólo Lynch y unos pocos elegidos saben transmitir a la vez, miedo, locura, tensión, tristeza, en fin lo onírico que tanto le gusta a él y que en esta serie tiene sus momentos más "Pop"... Siendo este episodio un maravilloso ejemplo de cómo se debe empezar una serie.