Los niños de Stepford (TV) (1987)

Telefilm que merece su visionado por ser un intento, y bastante airado por cierto, de secuela de una modesta cinta de Ciencia-Ficción de los años setenta y que llevó como título “Las Esposas de Stepford” (The Stepford Wives, 1975). En esa ocasión la cinta de Bryan Forbes trataba de una alegre y liberal fotógrafa interpretada por Katharine Ross (la mujer que seducía los corazones de Paul Newman y Robert Redford en “Dos Hombres y un Destino” (Butch Cassidy and the Sundance Kid, 1969)) que seducida por la idea su esposo de dejar la gran ciudad, acababa integrándose en una comunidad demasiado perfecta como para creer que era real: unas apacibles amas de casa con sus esposos orgullosos y creando el ambiente familiar y perfecto como para acabar siendo una pesadilla en un marco tranquilo y sospechosamente calmo para ser cierto.

En “Los Niños de Stepford”se retoma un argumento similar pero con personajes diferentes y unas intenciones bien distintas. Y quien no sepa de qué se trata, lo mirará como un telefilm al uso de sábado por la tarde, muy en la línea de las tv-movies que emitía el espacio “Estrenos TV” en los ochenta (de hecho “The Stepford Children” se emitió en ése espacio y se estreno en los videoclubes con el título de “Falsa Identidad”). Porque en la película hay problemas familiares como la falta de comunicación verdadera entre padres e hijos frente a la pérdida de valores que evidentemente el nuevo hogar se intentarán recuperar hasta su imprevisto desenlace final.

Me da un poco sensación de haber empezado la casa por el tejado por haber visto esta película sin ver antes las 2 anteriores, pero bueno.

La idea general de la saga la conocía, y en esta se sigue cumpliendo, y de forma bastante interesante. Pese a estar grabada en plan telefilm, la verdad es que está más cuidada y tiene un nivel de actuación algo por encima de lo que suelen tener este tipo de producciones, y eso se agradece y le sube puntos.

En general, es una película con bastante intriga, con una sensación de agobio que se crea sin necesidad de grandes momentos asfixiantes ni nada de eso, simplemente por ver el pueblo en sí.

La parte final no está nada mal, en general una película correcta y sin grandes pretensiones.