El triunfo de Miguel Strogoff (1961)

Especie de secuela de "Miguel Strogoff" (Michel Strogoff, 1956), coproducción europea dirigida por Carmine Gallone, y con el actor alemán Curd Jürgens en el papel protagonista, este largometraje es el penúltimo de la carrera de Viktor Tourjansky, nacido en Kiev, Ucrania, en la época del Imperio ruso zarista, por lo que era un director muy apropiado para esta historia. El género del film corresponde al cine de aventuras coloniales en la época del máximo auge de los imperios coloniales europeos (fines del siglo XIX a principios del siglo XX), pero desde el punto de vista ruso zarista, por lo que esta vez Miguel Strogoff, siempre al servicio de los zares, se une a una expedición militar que se interna en el Asia Central, como observador, aunque en realidad va como "niñera" del inexperto e impulsivo Príncipe Serge (Pierre Massimi), hijo de la zarina. En el camino, a Strogoff se le presenta una seductora y traicionera cantante interpretada por Capucine, y de la que por supuesto se enamora.

El principal interés de esta obra está, en mi opinión, en su trasfondo histórico, la progresiva conquista del Asia Central, en concreto el llamado Turquestán, por el imperio ruso zarista, en el último tercio del siglo XIX, un tema muy poco representado en el cine, por lo menos en el cine hecho fuera de la URSS o de Rusia, o de las nuevas repúblicas ex-soviéticas del Asia Central, añadamos con esperanza y siendo optimistas. Después de muchas aventuras, muchas traiciones y muchos camellos muertos en el interminable desierto situado entre el Mar Caspio y el Río Amu-Daria, el ejército ruso, con la ayuda inestimable del astuto Strogoff, trata de conquistar la ciudad fortificada de Jiva, entonces capital del Kanato de Jiva, un "estado tapón" situado en una vasta área apetecida por rusos, británicos, persas y chinos.

La ambientación histórica, en cuanto a vestuario, escenografía y arquitectura, está bastante conseguida, y realmente parece que estamos viendo la histórica ciudad de Jiva, hoy situada en Uzbekistán, muy cerca de la frontera con Turkmenistán. La inexpresividad de Curd Jürgens hace de su Miguel Strogoff un héroe de la cabeza a los pies.

Según la edición en dvd que he visto (con un subtitulado horrible, por cierto), esta película se llama, en España, "Nuevas aventuras de Miguel Strogoff", título que también da IMDB a esta película en nuestro país.

Secuela de Miguel Strogoff, el correo del zar, adaptación de una de las más famosas novelas de Julio Verne, nos narra una nueva aventura de este mítico húsar, que a pesar de no tener ya nada que ver con la famosa novela, a mí me resultó muy disfrutable, quizá debido a que este contexto histórico, raramente hemos podido disfrutarlo en el cine.
En esta ocasión nos presentan a un Miguel Strogoff ( ya ascendido a coronel ) que es requerido por la emperatriz de Rusia para una peculiar misión. Su sobrino el príncipe, un joven mimado y temerario, se ha enrolado al frente de una compañía de soldados para luchar contra los otomanos. Hombre de nula experiencia en la guerra, aunque sobrado orgullo y arrojo, la emperatriz teme por su vida y suplica a Miguel que se enrole en su compañía en calidad de observador, dada su vasta experiencia.
Buenas dosis de aventuras exóticas a cargo del mismo actor que protagonizó la historia original de 1956, la película entretiene aunque no cabe esperar gran despliegue de medios. Sin embargo me parece que el guionista ha hecho un buen trabajo ya que, a pesar de ser otra historia, conserva el espíritu original, resultando un film pequeño pero emocionante.
Por poner alguna pega, yo creo que la pequeña historia de amor sobra. Es una concesión para meter una figura femenina en una historia que no lo necesita.