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Una aventurera en Macao (1952)

Una aventurera en Macao
81 min.
6.6
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Sinopsis
En la exótica y bulliciosa Macao, un tal Halloran, en connivencia con el teniente Sebastian, un policía local, controla el juego, el tráfico de joyas y cualquier operación delictiva. Además, existe una ley que impide a las autoridades internacionales intervenir en los asuntos de Macao, de modo que Halloran se mueve allí como pez en el agua. Después del asesinato del último agente norteamericano que intentó atraparlo, la policía de Nueva York envía un sustituto. En el mismo barco que él viajan Julie Benton, una bella y seductora cantante, Nick Cochran, un aventurero que tiene problemas con la ley, y Lawrence Trumble, un hombre de negocios. Halloran y Sebastian creen que Nick es un policía y pronto empiezan a acosarlo. A Julie la contrata Halloran para cantar en su casino, pero entre ella y Nick surge el flechazo. (FILMAFFINITY)
Género
Cine negro Aventuras
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Macao
Duración
81 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
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7
“Si hubiese...si hubiese... esa es la historia de mi vida”. Nick Cochran, un perdedor.
Otro de esos títulos de la inolvidable productora RKO que merecen ser recordados por los cinéfilos es sin lugar a dudas “Una aventura en Macao”, película que tiene ese estilo y aire de cine negro con aventuras que tanto gustaba siempre a John Huston y que fue su mejor representante.

“Macao” no es que sea una joya, pero logra al menos lo que se propone: Recuperar el aire más cínico de “Casablanca” y sobre todo, moldear unos diálogos punzantes y muy atrevidos que la ponen en el Top 50 para todos los que trabajen como aprendices de dialoguistas.

Gran parte del mérito de estas brillantes sentencias, la tiene el propio Robert Mitchum, que escribió muchas de sus frases, imprimiendo una autenticidad y socarronería difícil de igualar. Por cierto, para un mayor acercamiento a este actor, uno de los pocos junto con Marlon Brando, que despreciaba no sólo el oficio de actor sino la industria de Hollywood, recomiendo encarecidamente la biografía “Robert Mitchum. Olvídame, cariño” de Lee Server, uno de los mejores libros sobre cine publicado en castellano en los últimos años.

La película está producida por el magnate Howard Hughes, que de nuevo contó, como ya hiciera en anteriores ocasiones con su diva Jane Russell (“El forajido”) que por cierto sale especialmente guapa, con un diseño de vestuario espléndido.

La dirección quedó a cargo de Josef von Sternberg, aunque Nicholas Ray -uno de los directores con más inacreditaciones de la historia del cine- también rodó bastantes escenas y sobre todo mucho oficio.

No es además una película puramente de estudio, al contrario otro atractivo es que tiene muchas escenas rodadas en el propio Macao y también en Hong Kong.

81 minutos de cine de antes, que dan para mucho.

Nota: 6,8.
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18 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Las obsesiones de Howard Hughes
Érase un tipo de aquellos que se meten a hacer películas sin saber nada de cine, pero, a los que les interesan muy claramente dos cosas: hacer dinero por montones y tratar de acostarse con cuanta chica atractiva ingrese a los rodajes. Uno de estos individuos se llamaba Howard Hughes, un industrial forrado en la plata, que hizo las veces de productor y seudo-director, y quien supo aprovechar $us atractivo$ para cortejar a actrices como Ava Gardner, Ginger Rogers, Katharine Hepburn y Jane Russell, entre otras.

Prepotente, pero complaciente con las divas, Hughes buscaba en cada película el máximo lucimiento de sus encantos físicos, sin importarle si con esto irrespetaba al realizador de turno o arruinaba la estructura que éste tenía de la película. Varias fueron sus víctimas, pero, lo que más lamento fue el atropello que llevó a cabo con el brillante director Josef von Sternberg, a quien contrató para dos películas (“Amor a reacción“ y “UNA AVENTURERA EN MACAO” ) interfiriendo en su trabajo con la mayor osadía.

En “MACAO”, todos los honores del productor Hughes apuntaban de nuevo a la “vía láctea” de Jane Russell, y fueron tantas sus peleas con Sternberg que, para salirse con la suya, indistintamente asignó el rodaje de diferentes escenas a directores como Mel Ferrer, Nicholas Ray y Robert Stevenson, al tiempo que el guión era manoseado por cinco o seis escritores cuyo “gran aporte” era recomponerlo para que Miss Russell tuviera más protagonismo. En su amarga autobiografía, “Diversión en una lavandería China”, el director austríaco escribiría: “Al menos, media docena de payasos metieron en ese pastel, no sólo los dedos, sino varias partes de su anatomía”.

Quienes hayan seguido la filmografía de Josef von Sternberg, sentirán enseguida que su estilo narrativo apenas se vislumbra en esta película: una composición aquí y allá, algunos momentos de su creativa iluminación y sus habituales aciertos en los diálogos. El resto, es un filme despersonalizado, con una trama demasiado simplista y predecible, carente del intimismo y de la fuerza dramática que acostumbraba, y con unos personajes que no despiertan ni afecto, ni repulsa alguna. Como pretendía el calentón Hughes, lo que más se recuerda es la exuberante anatomía de Jane Russell, actriz a la que ya había elevado estatua cuando la lanzó en “El forajido”.

Creo que, “UNA AVENTURERA EN MACAO”, sólo sirve como anécdota para recordar los despropósitos que tantos productores han cometido con el arte cinematográfico. Razón tenía el crítico inglés Victor F. Perkins cuando escribía: “La industria cinematográfica está controlada, en gran medida, por hombres que saben menos del proceso de producción que los fabricantes de cualquier otro producto de consumo”.

Título para Latinoamérica: “MACAO”
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14 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
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