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El ángel de las tinieblas (1935)

El ángel de las tinieblas
106 min.
6.3
98
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Sinopsis
Cuando ya es toda una mujer, Kitty Vane (Merle Oberon), sigue enamorada del ahora militar, Alan Trent (Fredric March), a quien conociera desde niños. Cuando él es llamado de nuevo para que vuelva al frente, deciden casarse como si presintieran que el destino podría interferir en el futuro. Al no encontrar cura que los case, ellos sellarán la unión a su manera... pero la guerra no suele devolver a los hombres como eran antes. Junto a su también amigo y admirador desde la infancia,Gerald Shannon (Herbert Marshall), Kitty hará la vida llevadera... y quizás piense en caminar por un nuevo sendero. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Romance Drama romántico I Guerra Mundial Discapacidad Amistad
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
The Dark Angel
Duración
106 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
1935: Oscar: Mejor dirección artística. 3 nominaciones
8
Buen melodrama, buenas interpretaciones
Magnífico melodrama con gotas de cine fantástico del hoy en día olvidado Sidney Franklin. Relata la relación de amistad y amor de tres amigos y el terrible efecto que tuvo sobre uno de ellos la primera guerra mundial. Con callada sensibilidad y una elegante puesta en escena, a la que no es ajena el trabajo en la fotografía de Greg Toland, la película nos ofrece el trabajo siempre magnífico de Herbert Marshall, la frescura e intensidad de Merle Oberon, bellísima, y un destacado y emotivo Fredric March en un sensible acercamiento del director de "La buena tierra" y con un par de escenas extraordinarias dignas de un director de altos vuelos cuya filmografía hay que revisar. Recomendable.
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Algo hay que dejar atrás para poder avanzar por un nuevo camino
Desde que era una niña, Kitty Vane, sentía muy adentro de su corazón, que quería a Alan Trent para que fuera su marido. Con ellos jugaba también su vecino, Gerald Shannon, y los tres crecieron entre la amistad y un amor que, entre Kitty y Alan podía expresarse, hasta que el llamado de la guerra se propuso separarlos, pero ellos aseguraron su amor y su fidelidad, casándose ante Dios… ya que ningún cura aceptó asumir tan apresurada ceremonia.

Pero, ningún hombre sigue siendo el mismo tras haber conocido los horrores de los campos de batalla, y Alan, Kitty y Gerald, van a ver como ante sus vidas se abren otras perspectivas… y entonces, tendrá lugar una historia romántica y dramática que quizás consiga hacer fluir en nosotros intensas emociones.

En primer término, estamos ante un filme antibelicista, que se pronunciará esta vez contra los cientos y quizás miles de hombres que, tras la guerra, quedan discapacitados (lisiados o invidentes), circunstancia con la que, muchos sueños y esperanzas quedan truncados, llegando algunos a pensar que menos amarga hubiera sido la muerte.

Después, seremos partícipes de una historia de amor y amistad que quizás nos conmueva hasta las lágrimas por su fuerza y compromiso, y que nos enseñará que, el hombre se magnifica cuando ejerce la integridad hasta las últimas consecuencias.Y finalmente veremos que, cuando se sabe trascender las apariencias y las primeras sensaciones de pérdida, es posible llegar al encuentro de grandes compensaciones que, quizás, traigan nueva luz a la existencia.

La obra “The dark angel” de Guy Bolton, había sido llevada a escena en 1925, y ese mismo año, George Fitzmaurice, hizo la primera versión cinematográfica con Ronald Colman, Wyndham Standing y Vilma Bánky, la cual fue muy bien acogida por la crítica. Diez años después, con un guión de Lillian Hellman, Mordaunt Shairp y Claudine West, y bajo la dirección de Sidney Franklin -un director cuya obra cinematográfica no ha sido aún reconocida como se merece-, esta sentida y ejemplarizante historia sale de nuevo a la luz, y las relaciones humanas vuelven a lucir con esa altura y esa dignidad que esperaríamos siempre.

Fredric March, luce ejemplar como el militar Alan Trent, quien consigue entender los mensajes de la vida; se da cuenta de que solo nos es quitado aquello que ya no necesitamos para nuestro proceso, y que, algo hay que dejar atrás para poder avanzar por ese nuevo camino que ahora la vida espera recorramos. Herbert Marshall, como Gerald Shannon, es el hombre maduro, ecuánime y sereno, capaz de responder por sus decisiones y sus errores y quien sabrá corregir el sendero cuando la vida así se lo requiera. Y Merle Oberon es Kitty Vane, la adorable muchacha que se verá abocada a tomar decisiones nada fáciles.

Así que, si alguien quiere saber acerca de la madurez, de la integridad, del respeto y de cómo se vive a plenitud una amistad… “EL ÁNGEL DE LAS TINIEBLAS” (título que puede sugerir erróneamente un cuento de terror, siendo en realidad una historia de puro amor) es, en este sentido, un filme de enorme relevancia.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
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