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Mañana a las diez (1963)

Mañana a las diez
80 min.
6.3
106
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Disponible en:
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Trailer (INGLÉS)
Sinopsis
La policía ha de encontrar a un niño secuestrado, aprisionado con una bomba de relojería, después de que el secuestrador muere sin revelar su paradero. (FILMAFFINITY)
Género
Thriller Cine negro Intriga Secuestros / Desapariciones
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Reino Unido Reino Unido
Título original:
Tomorrow at Ten
Duración
80 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
7
Otra obrita excelente del cine inglés para degustadores de rarezas
A pesar de algunos defectos del guion (por ejemplo, el niño secuestrado nunca llora ni parece afligido, el secuestrador se rompe el cráneo y muere tras un simple forcejeo con el padre del niño), estamos ante una película magnífica para los amantes del suspense; actores, realización, fotografía, música, diálogos. Efectivamente, qué clase, qué calidad tuvo el cine británico de los años años cincuenta y sesenta. ¿Qué fue de él?
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Reloj, no marques las horas...
Un secuestrador, un plan maquiavélico, una bomba con mecanismo de relojería, programado para estallar en las próximas horas, en manos de un niño y la policía que ha de trabajar contrarreloj para dar con su paradero.
Confieso que es este argumento el que me ha enganchado a ver la película sin más recomendación. Parece que no lo necesita, ¿verdad?.
El director es desconocido para mí, no así el que hace de secuestrador, Robert Shaw, inolvidable en sus papeles de "Tiburón" o "El golpe", pero la cinta no parecía necesitar mucho más que la promesa que parece ofrecer de una intriga sudorosa y trepidante.
Pues he ahí mi decepción. Una confirmación más de que las películas no se hacen solas y que hace falta muchísima más habilidad, obra y gracia de un director competente y guionistas creativos, para hacernos transpirar, sudar de miedo o de suspense, que lo que un simple argumento trémulo en sí mismo pueda contener.
Este argumento en otras manos podría hacernos enloquecer pero, ¿o yo soy un desgraciado sin alma o la película llega a hacerse aburrida en algunos momentos?.
Tiene mucho de obra de teatro, aunque no lo sea, algo que, para mí, nunca suele ser un impedimento y la cinta propone duelos y conflictos, entre el secuestrador y el policía encargado del caso por ejemplo, en la que el primero tiene el cinismo de anunciar su obra, no por teléfono ni por carta, sino presentándose en persona en casa del padre de la víctima a pedir el rescate, como quien va a tomar el te, muy seguro de quien se sabe poseedor de carta blanca y crédito sin límite.
También habrá conflictos entre el policía y su superior y el padre de la víctima. Estos últimos querrán acceder a sus exigencias, convencidos como están de no poder hacer nada en tan corto espacio de tiempo. Pero el encargado se rebelará y tratará de hacer las cosas a su manera, procurando hacerle hablar, utilizando sus artimañas fruto de su experiencia policial.
Y es a partir de aquí cuando yo no empiezo a creerme nada de lo que me cuentan. Hasta entonces me parecía brillante en la exposición, duelo del gato y ratón que a mí tanto me gustan.
Pero, a ver, Shaw, el secuestrador, que hasta entonces parecía un asesino inteligente, frío, despiadado y muy astuto, empieza a comportarse casi como un colegial en manos del policía que lo somete a un interrogatorio tan burdo y poco sutil que no se comprende que semejante asesino frío caiga tan fácilmente en sus trampas.
Para colmo la trama da un giro bastante increíble también que complicará aun más las cosas para el cuerpo de policía que ve que se le echa el tiempo encima.
Pero a estas alturas todo comienza a hacerse previsible, no hay verdadero suspense (a no ser que llamen suspense a ver cómo las manecillas del reloj van marcando las horas...), las cosas empiezan a resolverse porque sí y empiezan a encontrar las pistas porque han de hacerlo.
No es suficiente para mí. Apenas he vislumbrado el verdadero peligro. He solido sentir más suspense viendo hervir la leche y procurando adivinar cuándo va a desbordarse que en esta película.
Si la puntúo con un seis es por su primera media hora que me parece impecable. El resto, se desinfla como un flan.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
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