White Girl (2016)

White girl es una peli que intenta...y vamos al grano: ¿intenta qué cosa? ¿Cual és el objetivo de todas las negras aventuras de esa prota? Porque se entiende claramente su intención, pero queda demasiado nublada la intención de las cámaras que la siguen.

La mirada narrativa decide, con cierta lógica, mostrar el mundo desde los ojos de esos jóvenes. El efecto es un arma de doble filo, porque la fluidez de las acciones está todo el tiempo aligerado frente a la enervante falta de propósito de los personajes. Los diálogos expresan esto de manera clara: ninguna de sus conversaciones tiene la más mínima consistencia. Son situacionales, de emoción inmediata y pasajera. Que el porro estaba fuerte, que qué buen viaje nos pegamos, que qué mal le cayo a fulana el último trago. Nadie tiene más nada para decir, y ésto le cae fatal a la solidez argumental. Todo el tiempo la peli pareciera estar por desintegrarse como si de una pompa de jabón se tratara.

Hasta que surge el conflicto y la protagonista desnuda una emoción un poco más sólida. Surge un propósito desde su voluntad y la trama se deja ver un poco más. A modo de autosacrificio, la prota se inmola una y otra vez para conseguir esa maldita plata. Pero sigue siendo tan "naif" e irresponsable que muchas de sus desgracias saltan como sucesos fácilmente evitables. El acto de entrega por parte de ella siempre oscila entre lo conmovedor y lo lastimoso.

La escena final desorienta un poco: no queda claro si se pretende dar un mensaje o si solo funciona a modo de resignación definitiva por cambiar el curso de las cosas. Entonces, White girl termina por someterse a las limitaciones serias de una jóven demasiado ocupada en no afrontar las cosas con verdadera puesta a tierra; hundiéndose en su propia falta de mérito.

- Película sobre yonquis, mucha merca, cannabis, promiscuidad, camellos y todo el rollo decadente underground.

- White Girl presenta de trasfondo la decadencia de la generación de la posmodernidad yanqui, caracterizada por la carencia de filtro en cuanto al uso de las drogas psico activas y el sexo.

- Morgan Saylor hace un sorprendente trabajo como yonqui, promiscua y miserable adolescente; el cameo del veterano Chris Noth da poder a la historia; los demás actores de la cinta son amateurs, nada que resaltar.

- El argumento de la cinta pudo haber dado para más (spoiler), por lo que la directora perdió una buena oportunidad para crear un laberinto sin salida en la vida de la yonqui. Pudo ser un thriller para el recuerdo.

- Película de excesos (tal vez lo mejor de ella), sin censura ni filtro para abordar temas y situaciones de la vida postmoderna.

- Quizá resulta un poco ingenua en la forma en que se "resolvieron" algunos asuntos del argumento.