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Sin dejar huellas (2018)

Sin dejar huellas
113 min.
6.2
822
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Sinopsis
Un inspector de policía alcohólico se encarga de la desaparición repentina de un chico, mientras que al mismo tiempo ve cómo su hijo adolescente vuelve a su vida, tras haberse embarcado en el universo del narcotráfico.
Género
Thriller Cine negro Secuestros / Desapariciones Policíaco
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Francia Francia
Título original:
Fleuve noir
Duración
113 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
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Premios
2018: Festival de Sitges: Nominada a Mejor película (Sección Òrbita).
7
Erick Zonca el cineasta perdido
Gerard Depardieu iba a encarnar al policía, pero el actor fue hospitalizado el tercer día de filmación y dejó su lugar a  Vincent Cassel quien no tuvo tiempo de prepararse el personaje pero que consiguió adaptarse inmediatamente. El director Erick Zonca y el escritor Lou de Fanget (basada en la novela del israelí  Dror Mishani) construyeron la figura del inspector Visconti como un personaje desaliñado, alcohólico y amargado en su trabajo, pero muy concienzudo en lo que hace. 

El duelo interpretativo entre Cassel y Romain Duris se hace evidente resultando un juego de gato y ratón entre los dos personajes que chocan mucho en la investigación, mientras uno de ellos es rudo, extravagante y complejo el otro es educado, fino y meticuloso pero juntos aportan el suspense necesario para hacer la pelicula interesante.

 Hay algunas pistas falsas y situaciones que no se llegan a cerrar por completo como son los problemas del hijo del policía con las drogas o la "relación extraña" que surge entre Visconti y la madre del muchacho desaparecido, papel interpretado magistralmente por Sandrine Kimberlain.

Erick Zonca es un cineasta bueno pero bastante irregular, después del gran éxito en Cannes en 1998 de "La vida soñada de los ángeles", al cual le siguió en 1999 un segundo largometraje también interesante "El pequeño ladrón", desapareció del mundo cinematográfico para reaparecer en 2008 con Julia , un retrato flojo de una mujer alcohólica encarnada por Tilda Swinton, quien secuestra a un niño y huye a través de los Estados Unidos. Después de eso ha realizado un telefilm "Soldado Blanco"que no he conseguido ver.

Tras su paso por Sitges "Río negro" o "sin dejar huellas" como se ha titulado en algunos países sudamericanos todavía no tiene distribución en España, pero supongo que se estrenará en nuestro país por ser un film bastante agradable de visionar.
Destino Arrakis.com
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12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
¡Un Cassel y una Kinberlaine inmensos!
Gran policíaco francés, con un hilo conductor muy bien llevado y una excelente intriga que se mantiene hasta el último minuto (literal). El papel que se manda Vicent Cassel es de los mejores de su carrera: Francóis Visconti, un detective borracho, frustrado, con problemas emocionales y distante de su ex pareja y su conflictivo hijo adolescente; Sandrine Kinberlaine como Solange, la sufrida madre del adolescente desparecido, también está al nivel de Cassel y hace una actuación para premio; y Roman Duris, el tercer personaje en cuestión, hace del profesor Bellaile un personaje que odias y del que desconfías desde el primer minuto.

La desaparición del adolescente es la excusa para sacar a relucir las miserias de los tres personajes: el detective Visconti como un ser inescrupuloso, solitario y sin ninguna ética profesional; Solangel como una mujer hermosa pero envejecida por la tragedia, que evidencia falta de amor y que guarda un secreto que la consume física y emocionalmente; y el profesor Bellaile, quizá el personaje más enigmático de todos, como un hombre atrapado en un matrimonio y una paternidad que le sirven como fachada social, que lucha contra sus demonios internos y que parece ser la clave para resolver el misterio.

Lo que más resalto de esta película es la capacidad que tiene el talentoso director Érick Zonca de mantener en paralelo y en gran nivel las tres tramas en cuestión, sugiriendo de manera sutil cómo la desastrosa vida personal de Francóis repercute en la investigación y viceversa; como Solangel se consume en la tragedia; y como el profesor Bellaile sospechosamente se obsesiona con la desaparición del adolescente; todo sin menoscabo de los personajes e in-crescendo del suspense. Una absoluta virtud.

Y bueno, el final no deja indiferente a nadie. La secuencia final es un mano a mano actoral entre Cassel y Kinberlaine,en el que cuando piensas que ya está todo dicho, cuando ya te has adelantado a sacar tus conclusiones y a hacer el juicio de valor respectivo sobre el actuar de los personajes, te sacan un conejo de la chistera. Notable.
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10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
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