Asfixia (2018)

Alma (Johana Fragoso Blendl) acaba de salir de la cárcel y su único objetivo es encontrar a su pequeña hija, de quien desconoce su paradero, y que vive junto a su padre (Raúl Briones), un hombre que se dedica a vender en mercados, machista, violento y abusivo. Alma deberá sortear diferentes dificultades para encontrarla, sumando a ello la discriminación que sufre por ser albina.

El segundo largometraje de Kenya Márquez es un drama social que cuenta con un atractivo punto de partida, ambientado en la ciudad de México, en una historia que no termina de madurar del todo, al incluir diversos personajes secundarios con trazos endebles, que terminan por tener un peso específico inestable dentro de la trama.

La película cuenta de un tono sobrio, que se ve aligerado en los momentos en que aparece a cuadro la pequeña Azul, un verdadero y refrescante hallazgo y que consigue dotar de simpatía al relato, que es protagonizado por Johana Fragoso Blendl, en una interpretación sólida y sobresaliente a pesar de no ser una actriz profesional.

‘Asfixia’ es una película con una premisa potente, una historia quizá no del todo original pero narrada con buen pulso, que consigue ser emotiva a pesar de ciertas inconsistencias, pero que sobresale por encima de la media del panorama actual del cine nacional.

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