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La bella y la bestia (1978)

La bella y la bestia
88 min.
6.9
274
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Trailer (SIN DIÁLOGOS)
Sinopsis
Una de las tres hijas de un mercader, se adentra en el bosque buscando ayuda para su padre enfermo, hasta que es raptada por una bestia que sufre una maldición. La bestia, cautivada por la belleza de la joven, decide retenerla en su castillo pero no atacarla. La chica, ayudará a la bestia a vencer la maldición. (FILMAFFINITY)
Género
Fantástico Terror Intriga Romance Cuentos
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Checoslovaquia Checoslovaquia
Título original:
Panna a netvor (Beauty and the Beast)
Duración
88 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Grupos
Adaptaciones de Jeanne-Marie Leprince de Beaumont
Links
Premios
1979: Festival de Sitges: Mejor director
1982: Fantasporto: Mención especial del Jurado
7
Más allá de las apariencias
"Panna a netvor" de Juraj Herz no deja de ser una adaptación más del clásico cuento de hadas, previamente llevado al cine por varios realizadores sin haber alcanzado ninguno de ellos la calidad de la pequeña joya que dirigiese Jean Cocteau en 1946, "La Belle et la Bête". Siendo la más conocida versión del cuento la de fantástica película de la Disney, sorprende que entre medias, a finales de los setenta, un realizador checo fuese capaz de adelantarse a la casa del ratón al perfilar a una protagonista frágil, sumamente bella y feliz de haberse conocido, dibujando a la bestia como un ser atormentado que se siente incapaz de seguir adelante por culpa de su maldición.

Herz, como miembro activo de la "new wave" checa, que guardaba varios paralelismos con la nouvelle vague francesa, empapa la historia de una mezcla entre la búsqueda del realismo en cuanto a la forma de dibujar a los personajes y le añade pinceladas de fantasía gótica, adelantándose varios años a Tim Burton y recordando más al trabajo de Cocteau. La primera parte de film, que muestra la llegada del padre al castillo de la Bestia y el consiguiente corte de la flor del jardín por parte del primero, está contada casi como una fantasía de terror gótica en la que las sombras y la luz cobran especial importancia a la hora de crear una atmósfera opresiva, pero bella. La segunda mitad recoge la evolución de los personajes que dan nombre a la película, ejes del relato, una historia de amor que escapa de todos los empalagosos tics que suelen empapar estas producciones que adaptan cuentos. Por contra, todo lo que sucede entre la pareja central es ciertamente maduro, frío, en cierto sentido, aunque se las ingenia para encontrar un equilibrio y ser siempre satisfactorio.

La única pega de esta versión son un par de personajes (las hermanas de la protagonista), clichés con patas que aunque no se hacen pesadas, si que resultan un poco histriónicas. Salen poco, así que es un mal menor. "Panna a netvor" es un buen trabajo que sin embargo está reservado al espectador paciente, requiriendo en algunos momentos una mente abierta (hay ciertas secuencias un poco surrealistas). Funciona de principio a fin, si bien es cierto que no posee tanta magia como el film de Cocteau ni la belleza plástica del trabajo de Disney.
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
"Toda mujer tiene el poder de volver hermoso al hombre al que ama"
Hay algo en cuento de la Bella y la Bestia que nos toca la fibra. Prueba de ello es la gran cantidad de versiones, literarias y cinematográficas, que se han hecho a lo largo del tiempo. Personalmente, soy bastante aficionado a las reediciones de las leyendas o mitos, en cuanto esas variaciones permiten descubrir nuevas dimensiones de la historia. Sin embargo, a nivel cinematográfico, la mayoría de versiones de la Bella y la Bestia se quedan encasilladas en las pautas marcadas por Jean Cocteau (1946) o directamente por Disney (1991). Uno de los principales atractivos de Panna a Netvor (la Doncella y el Monstruo) es que, ciñéndose a la estructura base del cuento, se desmarca del resto de versiones e introduce algunas novedades interesantes y originales.

Pero vayamos por partes. La primera diferencia, y la que más salta a la vista, es una atmósfera mucho más cruda, decadente y siniestra. La morada de la bestia ya no es un fastuoso y espléndido palacio medieval. Aquí es una mansión polvorienta, sucia, semiderruida, invadida por la vegetación, en cuyo centro una fuente no para de emitir vapores y burbujear con un ruido molesto e inquietante. Pero no sólo los dominios de la bestia tienen una estética turbia y sombría. La aldea de la protagonista (que aquí se llama Julie) sólo sale brevemente al principio para mostrarnos un día de matanzas, con el primer plano de cómo los campesinos sacrifican pollos y corderos y abren un cerdo en canal. La casa del padre de Julie (un rico comerciante, quizás el cacique local) es suntuosa, pero parece fría y desapacible; a su alrededor, todo son terrenos baldíos, descampados y bosques espesos cubiertos por la niebla. Lo monstruoso en esta película no se encuentra sólo en la Bestia, sino que es parte del mundo humano.

Acorde con la parte visual, la primera media hora es de película de terror. Una caravana cargada de riquezas -cuya pérdida nos enteramos pronto de que sería la ruina económica del padre de Julie- se pierde y decide cruzar el bosque un día de espesa niebla. Las consecuencias de esa decisión son previsibles. La Bestia (o Netvor, "monstruo", como lo llaman aquí) ya no es el ser solitario y atormentado, que intenta reprimir sus bajos instintos y que a pesar de su exterior tiene buen corazón. Todo lo contrario: le gusta la sangre y mata animales desvalidos y personas que cruzan el bosque para comérselos. Vive en una casa tan decadente como él, con horrendas criaturas que lo sirven (presumiblemente) a causa de su fuerza superior. Su aspecto también es distinto al del resto de versiones: aquí vemos una criatura realmente repulsiva, con una gigantesca cabeza de pájaro, garras, y torso inferior de hombre. Llama la atención, sin embargo, lo tremendamente humanos que resultan sus ojos y su voz. No será hasta más adelante en la película, cuando Julie vaya a su casa para tomar el lugar de su padre, que comience una pugna entre su lado animal y su lado humano, reflejada en una serie de conversaciones (¿consigo mismo?) en las que parece tener esquizofrenia.

En cambio, el personaje de Julie es más parecido al de la típica heroína de cuento: inocente, dócil, muy niña, se deja pisar por sus frívolas y avariciosas hermanas mayores y no quiere casarse para poder cuidar a su padre. Sin embargo, también a raíz de su llegada a la mansión comienza a madurar. Es en el encuentro de los dos protagonistas, a media película, donde ésta va dejando el género de terror y aparecen las dos divergencias argumentales más llamativas respecto a las otras versiones. La primera es que Julie, cuando llega a la mansión, no tiene ni idea de que el señor del lugar es un monstruo. Y el monstruo, después de decidir conservarle la vida, le dice que la visitará cada noche pero con una condición: nunca debe intentar verle. Esto empieza como un juego, pero poco a poco Julie se va enamorando del misterioso “hombre” con el que habla todas las noches pero que nunca ha visto. La soledad de la protagonista en la desolada mansión es palpable, y en cierto momento confiesa que teme estar loca y que las conversaciones entre los dos sean producto de su imaginación. Esto la impulsa a intentar certificar, de alguna forma, que su interlocutor existe... La segunda diferencia es que la famosa transformación física del monstruo no se da de golpe, al final de la película, sino por partes, y está relacionada con la humanización progresiva a la que lo induce la presencia de Julie.

Se pueden encontrar varias moralejas del clásico cuento la Bella y la Bestia. Una de las más comunes es que hay que saber ver más allá de las apariencias y que la belleza está en el interior. La Bestia, en el fondo, siempre había sido hermoso; sólo necesitaba que Bella se diera cuenta para que saliera a la superficie. En esta versión, sin embargo, la protagonista no se limita a encontrar algo que ya estaba ahí, sino que es la creadora de la belleza de la bestia ("toda mujer tiene el poder de volver hermoso al hombre al que ama").

Comento mi interpretación de la película y algunos detalles en Spoilers. Concluiré diciendo que es la versión cinematográfica que más me gusta del cuento. Admite varias interpretaciones y no se lo da todo masticado al espectador, sino que le exige que se ponga en la piel de los personajes para entender lo que va pasando. Sin embargo, tiene algunos puntos negativos, entre los que destacaría que la música es muy buena pero que se repiten demasiado los dos temas principales, y que los últimos veinte minutos son un tanto caóticos y apresurados, aunque el final me parece perfecto.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
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