arrow

Colombo: Grandes Decepciones (TV) (1989)

Colombo: Grandes Decepciones (TV)
91 min.
6.0
225
Votar
Plugin no soportado
Añadir a listas
Sinopsis
Cuando el director de un grupo paramilitar privado, que está malversando fondos, asesina a un chantajista, tendrá que vérselas con el Teniente Colombo (episodio nº 48).

Colombo nunca fue una serie propiamente dicha. Aunque el protagonista es siempre el mismo, no presenta ninguna de las características de una serie tradicional (episodios semanales de duración regular ni reparto, dirección y equipo de producción fijos). Los episodios son más bien telefilms (de hora y media aproximadamente) que narran una historia independiente. Hasta 1978 se produjeron tres o cuatro telefilms. Entre 1989 y 1990, Falk se volvieron a emitir nuevos capítulos. Los 68 episodios de Colombo se realizaron irregularmente durante 35 años (1968-2003). (FILMAFFINITY)
Género
Intriga Comedia Crimen Serie [Colombo]
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Columbo: Grand Deceptions
Duración
91 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
5
Colombo el buen conversador
Grand deceptions (Grandes decepciones) es un telefilm dirigido por Sam Wanamaker en 1989, cuarto y último telefilm de la octava temporada y cuarenta y nueve de la serie, pilotos incluidos; anteriormente había dirigido El asesinato más inteligente del mundo (1977). El barrido de cámara sobre la gigantesca maqueta con soldados de plomo y otros complementos, nos lleva hasta las sugerentes manos del coronel Frank Brailie (Robert Foxworth), con algún subliminal mensaje contenido en los planos detalle que nos anuncia con la máxima discreción a que nos enfrentamos.

Un cambio de escena a exteriores, nos muestra el acalorado discurso del Coronel jaleando a la tropa asistente al cursillo creado por La Fundación, tras lo cual, el realizador en un generoso juego de planos, nos muestra la escena interior donde el sargento mayor Lester Keegan (Andy Romano) mantiene la trascendental conversación con el coronel Brailie que cambiará el curso de los acontecimientos nada afortunados para él.

El interés que el general Padget (Stephen Elliott) muestra por el sargento Lester, y ciertos informes reservados sobre fondos económicos, crean la suficiente alarma en la Fundación que dirige, obligando a Brailie a tomar una drástica decisión para su propia seguridad, elemento suficiente para ver en la escena al teniente Colombo (Peter Falk), ensimismado sobre el terreno que se cobró la vida del sargento Keegan de lo que a posteriori parece un desafortunado accidente.

Los primeros encuentros del detective con el coronel, ubicando sus enfrentamientos verbales entre plano contraplano y americano fundamentalmente, provocan discrepancias entre ambos: uno por preguntón y el otro por esquivo, contrastando con el equilibrio y la aceptación en el general Padget quien, tras las primeras conversaciones, ve en Colombo el buen conversador con quien poder compartir charlas sobre los temas que le interesan entre los cuales el oscuro uso que se le da al Fondo de Proyectos Especiales, junto a otros temas paralelos con los que se encuentra: la Sra. Jenny Padget (Janet Eilber) y su aventura extramatrimonial lo que le aporta suficiente información al caso que está investigando.

Las indagaciones efectuadas sobre el terreno, el arrepentimiento mostrado por la infidelidad descubierta, las nuevas pistas incriminatorias, y el hallazgo de un informe vital sobre los movimientos de la Fundación en países de otros continentes, proporcionan finalmente a Colombo los elementos necesarios para fijar todas sus investigaciones sobre el presuntuoso Frank Brailie con todas sus consecuencias.

Después de una larga década sin Colombo en nuestras pequeñas pantallas, la reaparición de la serie no defrauda, aportándonos nuevas investigaciones detectivescas a la manera del teniente de policía de Los Angeles; así, la octava temporada finaliza con problemas de afectos no resueltos, ambiciones ilimitadas de poder y fundaciones de dudosa utilidad; precedido por sospechosos visionarios paranormales que rozan el esperpento, un pretencioso joven ‘iluminado‘ y triunfal realizador de efectos especiales demasiado endiosado en su propio mundo ajeno a sus realidades pasadas; y, la irrefrenable sed de represalia por humillación de una doctora en psicología del sexo, dominada por el primitivo y ancestral deseo de venganza por puro despecho.

Complemento genealógico. Colombo cita a su mujer en tres ocasiones, citando también a un sobrino suyo en una ocasión.
[Leer más +]
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más información sobre Colombo: Grandes Decepciones (TV)
Fichas más visitadas