Vlad (La maldición de Drácula) (2003)

Otra vez Billy Zane asomando la gaita por un bodrio, con el añadido de que aunque figura como cabeza de cartel, solo tiene un papel secundario y sin influencia en la trama. La sangre y la violencia, inherente a este tipo de películas, (llegando a adquirir visos de necesidad cuando como en este caso es una producción de saldo). Los universitarios de marras, dan vergüenza ajena, sobre todo la pesada del amuleto. Prescindible

Michael D. Sellers escribe y dirige este film de serie B que recurre al inagotable filón del personaje de Stoker tratando de mezclarlo con la figura histórica de Vlad Tepes.

En esta ocasión la historia se centra en un viaje por el corazón de los Cárpatos rumanos realizado por un grupo de estudiantes. Una vez allí comenzarán las visiones, los viajes a un pasado donde Vlad Tepes hacía de las suyas… hasta que, a través de ellos el mal regresa al presente y comienzan las muertes…

Protagonizada por Billy Zane (pobre hombre, no da una eligiendo papeles) y por un grupo de rostros desconocidos, esta película, aparte de gozar de una colección de gazapos e incoherencias argumentales muy nutrida, ignora totalmente todo rigor histórico (en cuanto a la figura de Vlad Tepes se refiere) y literario (en cuanto a la obra de Stoker)…
Con ello mezcla un mal argumento con una mala forma de contarlo, con un mal reparto al servicio de una irrisoria narración (una fotografía vulgar, una ambientación musical prescindible, unos efectos visuales de risa, etc etc etc)… el resultado, una tremenda tontería que resultará insultante para todos los amantes tanto de Vlad como de Drácula, abstenerse de su visionado a toda costa.
Enoch