La ventana secreta (2004)

Me ha parecido una excelente adaptación de ''Secret window, secret garden'', del maestro King. A la vista de otras críticas, esperaba algo mucho peor, quizá por eso la haya sobrepuntuado un poco. La historia no es, ni mucho menos, nueva, pero pese a todo atrapa al espectador desde el minuto uno y hace que la tensión vaya "in crescendo" hasta el final. Pese a la sensación de refrito a medio camino entre "Misery" y "Primal Fear" (aka "Las dos caras de la verdad) y a que en ocasiones Deep da la sensación de interpretar a medio gas -aunque por momentos, se sale- lo cierto es que es una buena peli de terror, más psicológico que otra cosa, y que las apariciones de Turturro son espectaculares.

A mí me ha gustado bastante. Sin ser nada del otro mundo, lo cierto es que regala un rato de intriga, tensión y angustia más que aceptable.

Ya lo dice Mort Rainey: "lo que importa es el final, es la parte más importante de un cuento. Y éste... es perfecto". ¿Ó fue Shooter?

"La ventana secreta" es una buena adaptación del relato "Ventana secreta, jardín secreto", incluido en el libro de Stephen King "Las dos después de medianoche". Incluso me atrevería a asegurar que la película mejora lo escrito por el autor más leído de bestsellers de terror e intriga. Recuerdo que cuando lo leí, me dejó un sabor agridulce, posiblemente porque la primera de las historias era la magnífica "Langoliers".
Quizá no sea la mejor versión cinematográfica de una trama de King pero, teniendo en cuenta que el relato no daba tampoco para mucho más, me parece efectiva. Johnny Depp, como casi siempre, interpreta bien - y sin esforzarse mucho - al escritor Mort Rainey, sumido en una profunda crisis personal y profesional tras encontrar a su atractiva esposa Amy (Maria Bello) en la cama con Ted (Timothy Hutton, quien ya protagonizara otra novela de Stephen King llevada a la gran pantalla, "La mitad oscura"). Y para quien piense que es absurdo ver a John Turturro ceceando como un andaluz, que vea la película primero.
De todas formas, no es la primera vez que un relato o libro de Stephen King tiene como hilo conductor a un escritor en crisis. Ya lo vimos en "Misery" o en la antes citada "La mitad oscura". Da la sensación de que King tenga cierta obsesión con los plagios y los seudónimos (pues hasta él escribió en su día con el nombre de Richard Bachman).