Interesante crítica social
17 de noviembre de 2018
No entiendo la nota media en el momento que escribo esto (3,7) ni que no haya ni una sola crítica hasta ahora. A mí me parece notable, y ya como comedia cumple bien su función. Pero la historia es más profunda de lo que parece. Sigo en el spoiler.
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
El hecho de que tras dos años desde su estreno no exista ni una crítica hasta hoy en esta web puede ser un buen reflejo de lo que intenta poner de manifiesto la cinta: la arquitectura no interesa un pimiento a pie de calle. Solo interesa que la casa sea mediocre y barata. O tal vez la baja puntuación procede de los propios arquitectos que se ven caricaturizados en ese divo ególatra que quiere cumplir su sueño por encima del cliente.
Sea como sea, la película logra poner sobre la balanza todas las opciones: el arquitecto, la cliente que empatiza, el cliente que solo ve como un estorbo a ese señor raro que hace dibujitos, y el constructor que debe lograr hacer realidad esos dibujos.
Yo he visto reflejadas verdades como puños sobre una profesión que es, o debería ser, también arte, que pese a la creencia generalizada cuenta con unos honorarios de risa (en España al menos) y que, a diferencia de un cirujano o un escultor, es un oficio que se ve cuestionado por todo el mundo de manera constante. Pero también cabe la crítica al creador obcecado que vive en su torre de marfil. En fin, que hay para todos, y para rematar, el final es casi lo mejor, cuando los clientes defienden su arte como lo hizo el arquitecto, cerrando el círculo de la mejor manera posible en esta interesante cinta que pasará sin pena ni gloria, por desgracia. Eso sí, las viviendas seguirán fabricándose de manera convencional y seguiremos todos sintiendo que vivimos en jaulas prefabricadas, pero eso tampoco parece importarle a nadie.
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil