Agatha Christie: Poirot - El caso del testamento desaparecido (TV) (1993)

El interesante argumento propuesto por A Christie llega a la pantalla como un estilete que rasga la calma del espectador y le sumerge en ese ámbito de las conjeturas que habría deseado la autora al escribir su relato.
Los hechos se suceden con ágil dinamismo, exhiben gran capacidad de fabulación y delimitan los márgenes de su contexto psicológico y social con perspicacia admirable.
El desarrollo de la trama posee vida propia y resulta imposible sustraerse a su embrujo: te obliga a implicarte y a tomar partido.
Excelente la interpretación de D. Suchet, de H. Fraser y de P. Jackson.
Y también la del resto del elenco.

En este excelente caso de Poirot, de un metraje de más de 50 minutos, aparecen juntos como siempre, Poirot, Hasting y Japp en un episodio de lujo, con unos coches de época realmente admirables y con un vestuario muy acertado. Nuestro amigo tendrá que descifrar y resolver un intrincado y bien planificado crimen. Es un caso que esconde un sórdido y complicado asesinato, movido por la ambición de una herencia. Este capitulo esta al mismo digno nivel, quizás con un plus, de todos los de esta buenísima serie de casos del genial detective. En general es una buena serie, incluso notable en muchos aspectos con un David Suchet en estado de gracia en su papel de Poirot.
La ambientación de este episodio es francamente impecable, tanto en los exteriores e interiores, en los decorados, en el vestuario, y con la elegancia y la educación típicamente británica que desprenden todos los personajes, todo ello de una gran calidad.
Resumiendo: Perfecta para una tarde o noche para disfrutarla sin prisas, un 7 merecido.