Película completa (INGLÉS con subtítulos en ESPAÑOL)
- Sinopsis
- Adaptación de la novela "Storia di una capinera" del escritor italiano Giovanni Verga. Ambientada en la Sicilia del XIX siglo, describe el drama de una joven novicia, Maria que a causa de una epidemia de cólera, es obligada a salir del convento en el que lleva doce años e instalarse con su familia, en un pueblo alrededor del volcán Etna. Allí se enamora perdidamente de Nino, un joven inquieto que estudia derecho y que le produce un fuerte sentimiento de confusión y culpabilidad. (FILMAFFINITY)
- Género
- Drama Romance Religión Siglo XIX
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 1993 / Italia
- Título original:
- Storia di una capinera
- Duración
- 106 min.
- Guion
- Música
-
- Fotografía
- Compañías
- Coproducción Italia-Japón;
Premios
1993: Premios David di Donatello: Mejor vestuario. 2 nominaciones
Storia di una capinera zeffirelliana
5 de mayo de 2020
La tercera reducción cinematográfica, después de las de 1917 y 1943, de la novela homónima de Giovanni Verga, Storia di una capinera fue dirigida por Franco Zeffirelli en 1993. El director también editó el guión junto con Allan Baker y dio su sello estético y elegante a una dramática y en parte autobiográfica novela pre-verística de Verga.
En 1854 en Catania y sus alrededores una epidemia de cólera provocó el alejamiento temporal de las novicias de su convento. María Vizzini (Angela Bettis) es una de ellas, obligada a la muerte de su madre a entrar en el convento por voluntad de la segunda esposa de su padre, Matilda. La chica, de vuelta a casa descubre el mundo: las bellezas de la naturaleza, las excursiones al volcán Etna, las fiestas y la diversión que puede derivar de ellas. Con un rostro muy dulce dominado por inmensos ojos casi encantados, comienza a sentir una especie de conflicto interno, pero sigue obedientemente la discriminación que la familia a menudo le hace objeto como "monja", aunque no lo es todavía.
El encuentro con Nino (Johnathon Schaech), un joven estudiante de derecho, de la que se enamora perdidamente y a la que corresponde, la pone ante una difícil y cruel elección, dominada por la razón pero sufrida casi hasta la locura, como le ocurrió a una anciana monja escondida en una celda del convento (Vanessa Redgrave en un papel de intensidad abrumadora). A pesar de algunos momentos dramáticos la vida y las elecciones de los protagonistas parecen tener que seguir su curso.
Junto a la espléndida puesta en escena, que cuida los detalles de los interiores, desde el mobiliario hasta el vestuario, y los exteriores: la campiña siciliana fotografiada bellamente y los efectos de luz como los de las rejas que intensifican la sensación de clausura, Zeffirelli se confirma un gran director capaz de dirigir a grandes actores o principiantes como es el caso de Angela Bettis y Johnathon Schaech.
El esteticismo y la redundancia de los detalles, mitigan la fuerza de una historia verdadera y actual para el período en que fue escrita y en algunos aspectos de engaño aún hoy en día.
En 1854 en Catania y sus alrededores una epidemia de cólera provocó el alejamiento temporal de las novicias de su convento. María Vizzini (Angela Bettis) es una de ellas, obligada a la muerte de su madre a entrar en el convento por voluntad de la segunda esposa de su padre, Matilda. La chica, de vuelta a casa descubre el mundo: las bellezas de la naturaleza, las excursiones al volcán Etna, las fiestas y la diversión que puede derivar de ellas. Con un rostro muy dulce dominado por inmensos ojos casi encantados, comienza a sentir una especie de conflicto interno, pero sigue obedientemente la discriminación que la familia a menudo le hace objeto como "monja", aunque no lo es todavía.
El encuentro con Nino (Johnathon Schaech), un joven estudiante de derecho, de la que se enamora perdidamente y a la que corresponde, la pone ante una difícil y cruel elección, dominada por la razón pero sufrida casi hasta la locura, como le ocurrió a una anciana monja escondida en una celda del convento (Vanessa Redgrave en un papel de intensidad abrumadora). A pesar de algunos momentos dramáticos la vida y las elecciones de los protagonistas parecen tener que seguir su curso.
Junto a la espléndida puesta en escena, que cuida los detalles de los interiores, desde el mobiliario hasta el vestuario, y los exteriores: la campiña siciliana fotografiada bellamente y los efectos de luz como los de las rejas que intensifican la sensación de clausura, Zeffirelli se confirma un gran director capaz de dirigir a grandes actores o principiantes como es el caso de Angela Bettis y Johnathon Schaech.
El esteticismo y la redundancia de los detalles, mitigan la fuerza de una historia verdadera y actual para el período en que fue escrita y en algunos aspectos de engaño aún hoy en día.
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