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Barco a la deriva (1935)

Barco a la deriva
88 min.
6.7
489
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Escena (INGLÉS)
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Sinopsis
Mientras que el sobrino del doctor John Pearly debe juntarse con su tío para navegar sobre el Mississipi en un viejo barco a vapor, es arrestado por el crimen de un hombre que le impedía marcharse con Fleety Belle, con la que tenía la intención de casarse. El joven hombre es condenado al ahorcamiento. El doctor intentará todo para salvar a su sobrino... (FILMAFFINITY)
Género
Drama Comedia dramática Vida rural (Norteamérica) Siglo XIX
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Steamboat Round the Bend
Duración
88 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Grupos
Trilogía de Will Rogers
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7
Will Rogers Farewell
Pequeño divertimento de Ford y última colaboración con el actor Will Rogers, que a pesar de ser el menos sólido de los tres sigue manteniendo muchas de las virtudes de las otras dos películas que hicieron juntos. El propio Ford era consciente de que la historia no daba mucho de sí, hasta el punto de que Ford hablo con Rogers y le pidió que viera si podía adaptar el personaje un poco para que se encontrara más cómodo con él. Al final quedaron razonablemente satisfechos con el final, pero hay que reconocer que la historia tenía menos interés que las anteriores y eso hace que el film se resienta un poco. No deja de tener algunos temas interesantes y que volverá a tratar con más acierto en su obra como la intolerancia social, la integridad personal o la privación de libertad (Hurricane, The Shark Island). Pero su manera de tratarlos es lo que la convierte en la más ligera de las tres, más interesado en su sencilla trama, en la comedia y en momentos puntuales que en un conjunto bien definido. Eso sí, Rogers vuelve a estar espléndido en su personaje, aunque a la larga tal vez el más recordado sea el carismático personaje del Nuevo Moisés, interpretado por Berton Churchill (que trabajo en varios films de Ford en aquella época). Ford realiza su trabajo con habilidad, consiguiendo escenas de calidad y algunos planos que contienen la fuerza y belleza que solo él sabía rodar, pero en conjunto sabe a poco. El maestro concluye esta divertida trilogía un escalón por debajo pero dignamente con esta comedia pequeña que junto a sus dos predecesoras, además de entretener son muy útiles para empezar a entender el estilo tan característico de este gran genio del cine.
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19 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
"No hermano yo soy el nuevo Elias".
Divertida y emotiva película del maestro nacido en Cape Elizabeth, donde su gran estilo de brillante contador de historias está ya perfectamente definido. El film cuenta la historia de un joven que ha matado en defensa propia a un muchacho y su tío el doctor John Pearly junto a su novia le intentarán defender para que no lo ahorquen. Con este sencillo argumento Ford lleva la película a su mundo, donde tendrán cabida sus típicos personajes como el doctor de medicina, el simpático compañero inmerso en el alcohol pero gran profesional, el predicador con la palabra de dios por delante, o sus característicos temas como el deber, la familia, el humanismo, o la religión, todo muy bien mezclado con su gran sentido del humor que tan bien desarrolló durante toda su carrera, y con una gran puesta en escena sencilla y eficaz, donde acompañada con su gran habilidad narrativa fueron sus rasgos más característicos, y el cual hacen que una historia aparentemente intrascendente como esta sea brillante. Hay que recordar que Ford llegó en 1914 a Hollywood gracias a su hermano Frank, y dirigió su primer film solo tres años después, esto demuestra el gran manejo del lenguaje cinematográfico que tenía en 1935, año en que realizó “Barco a la Deriva”, pues llevaba más de 20 años trabajando en una industria en la que además empezó desde abajo del todo siendo un simple empleado de atrezzo. Esto le hizo aprender toda la técnica paso por paso y por eso maneja tan bien la puesta en escena en sus films, ya sea la fotografía, los decorados, el vestuario, el manejo de la cámara, o posteriormente el sonido. Viendo una sencilla película como esta en cuestión, es fácil darse cuenta de lo que estoy contando, ya que si la hubiera realizado un director menor estaría completamente olvidada, pero al realizarla Ford se ha mantenido como un pequeño clásico de los años treinta, donde aunque esté muy lejos de sus obras maestras mantiene toda la frescura y la gracia que tuvo en su día, con grandes secuencias como la divertida carrera de barcos o la del joven tocando una bella y emotiva melodía con una sierra, y personajes inolvidables como el graciosísimo “Nuevo Moisés”.
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17 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
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