Web Therapy (Serie de TV) (2011)

Serie protagonizada por una unfriendly Lisa Kudrow. Esta comedia comenzó siendo una serie on-line, pero gracias al atractivo comercial de su protagonista consiguió saltar al formato televisivo cuando la cadena Showtime compró sus derechos. Se aprovecharon muchas de las escenas ya rodadas para la webserie y se añadieron algunas nuevas para darle el cuerpo y la consistencia suficientes para adaptarla a la televisión. La serie trata sobre una psicóloga de dudosa reputación, Fiona Wallice (Kudrow) que, cansada de escuchar divagar a sus pacientes durante horas, decide comenzar a hacer sesiones de 3 minutos vía webcam ¿Se puede ayudar a alguien en 3 minutos? La respuesta trágica es no.... Fiona es una psicóloga horrible: claramente sus pacientes le importan un pito y no puede mantener sus problemas personales fuera de sus consultas, de hecho en las sesiones acaba hablando más sobre sí misma que sobre los pacientes.

La serie deja clara la versatilidad de Kudrow para interpretar papeles muy diferentes. Está claro que su vis cómica no le viene nada mal para el papel. Los que la seguíamos en "Friends" descubrimos aquí un personaje con un tono de voz extravagante, que poco tiene que ver con el de Phoebe Buffay, parece totalmente otra persona. Kudrow es una experta en retratar personajes con muchos defectos, como su Valerie Cherish de la serie "The Comeback". Sus modulaciones verbales y sus expresiones faciales cuando escucha a sus pacientes no tienen desperdicio. Su personaje es antipático, insoportable, mordaz, egocéntrico, con delirios de grandeza, tremandamente inseguro a pesar de su aparente seguridad, con una especie de miopía emocional (como no querer ver que su marido es una homosexual en el armario), que siempre quiere que le canten lo buena que es en lo que hace (que no lo es...). Fiona es constantemente humillada por todos los que la rodean y se ve envuelta en situaciones muy embarazosas, aunque como no acaba de caernos del todo bien, disfrutamos viéndola caer cada vez más bajo...

Entre los personajes habituales que rodean a Fiona, tenemos a su marido Kip Wallice (interpretado por Victor Garber, conocido por encarnar al padre de Sydney Bristow en "Alias"), que, como hemos dicho antes, es un homosexual encubierto. La madre de Fiona, Putsy Hodge (interpretada por Lily Tomlin, otra experta de la comedia, que da el contrapunto cómico perfecto a la Kudrow). Otro punto fuerte son los artistas invitados que se van paseando por la serie: Minnie Driver (que interpreta a la que fuera una actriz precoz en "La casa de la pradera", a quien le han propuesto interpretar a Fiona en una película basada en su vida; Meryl Streep (que interpreta a una terapeuta sexual que intenta salvar la vida conyugal entre Fiona y Kip), entre muchos otros (Rosie O'Donnell, Meg Ryan, Steve Carell, Selma Blair, Jane Lynch, etc.).

Otro punto a favor ha sido la idea de intentar reunir a los Friends, de momento hemos visto a Courteney Cox (Monica), que interpreta a Serena Duvall, una médium que también atiende a sus clientes a través de internet, y a David Schwimmer (Ross), interpretando a un viejo amigo de Fiona, que aparentemente está obsesionado con ella, llegándose a convertir en un acosador. En esta tercera temporada, veremos a Matt LeBlanc (Joey). Si la serie es renovada a una cuarta temporada, quizás seamos capaces de ver a Jennifer Aniston (Rachel) y a Mathew Perry (Chandler), y así ya tenemos a la familia del "Central Perk" al completo.

La serie en general es algo irregular, lo mejor es la química entre Kudrow y algunos de sus compañeros de cast, que aunque estén separados por una pantalla, su comicidad saca chispas. Pero una idea que al principio parecía innovadora (la pantalla partida, la posibilidad de tener múltiples personajes, etc...) parece haberse quemado con relativa rapidez. Esperemos que la recién estrenada tercera temporada sepa remontar la serie y darnos lo mejor de la tronchante Kudrow, yo es que es verla en pantalla y echarme a reír...

Tiene algo de encantadora y algo de irritante. A partes iguales diría yo. El personaje de Lisa Kudrow es odioso, pero sin embargo esa voz quebradiza, insistente, ese pijerío y esa soberbia, te pueden acabar repicoteando en la cabeza cuando terminas de ver cada capítulo.

Pero no, en verdad la serie no vale un pimiento.