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Follawski rating:
7
7.4
12,040
War
Director Sam Peckinpah's only war movie, "Cross of Iron", is filmed from the perspective of German soldiers lost in a hopeless cause on World War II's Eastern Front. Sergeant Steiner (James Coburn), a well respected squad leader, and his ragged group of soldiers face not only hordes of Russian infantry and tanks, but the deadly personal agenda of glory-seeker Captain Stransky (Maximilian Schell) as well.
Language of the review:
- es
May 28, 2011
1 of 2 users found this review helpful
Del precursor del cine de antihéroes y violencia instintiva (seguido con dignidad, ya en esta época por Boorman).
Cuenta con un reparto con sorpresas y con una tripleta de protagonistas (Coburn, Mason y Schell) pero con una amplia participación del abundante conjunto de secundarios.
La principal novedad recala en que, en este caso, no hay un antihéroe sino un grupo y sus intereses se encuentran enfrentados. Así, Coburn y Schell van generando una rivalidad a lo largo del film que comienza de manera algo brusca pero va evolucionando hasta llegar a cotas verdaderamente atractivas. El papel de ambos es bueno y cumple con lo que Sam esperaba de ellos.
Incursión bélica de un amante del cine de fronteras y del cruce de culturas, que consigue firmar una cinta no genial y transgresora, pero si interesante y, en algunos casos, esquizofrénica.
Meritoria de cualquier ciclo sobre su director.
Cuenta con un reparto con sorpresas y con una tripleta de protagonistas (Coburn, Mason y Schell) pero con una amplia participación del abundante conjunto de secundarios.
La principal novedad recala en que, en este caso, no hay un antihéroe sino un grupo y sus intereses se encuentran enfrentados. Así, Coburn y Schell van generando una rivalidad a lo largo del film que comienza de manera algo brusca pero va evolucionando hasta llegar a cotas verdaderamente atractivas. El papel de ambos es bueno y cumple con lo que Sam esperaba de ellos.
Incursión bélica de un amante del cine de fronteras y del cruce de culturas, que consigue firmar una cinta no genial y transgresora, pero si interesante y, en algunos casos, esquizofrénica.
Meritoria de cualquier ciclo sobre su director.