February 6, 2021
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Me voy a unir al grupo de cinéfilos de sofá que se han quedado fritos viendo "Gigante" y que por mucho interés y buena voluntad que hayamos puesto no somos capaces de ver otra cosa que un culebrón. A los mitómanos les sobran motivos para elogiar la presencia de James Dean que, nos guste o no, es un personaje secundario que malvive a la sombra de las otras dos grandes estrellas, la pareja protagonista, otros dos mitos, Hudson y Taylor.
Son tres horas y media que a algunos les parecerá un suspiro y a otros el doble, yo me alineo con los que objetivamente describimos la realidad para recalcar, y no pasa nada por hacerlo, que más de tres horas de película es mucho tiempo. Si no somos mitómanos, si nos la pela la idiosincrasia de los paletos yankees, si la bandera tejana de la estrella y la de más allá también nos es indiferente... ¿Qué nos queda al pequeño grupo de aficionados al cine que caemos en las redes de "Gigante" y no vemos siquiera machetazos, disparos, explosiones o cualquier otro recurso vulgar de acción o violencia? Bueno sí, quedan las leches en la cafetería de un Hudson que demuestra haber cambiado, es tan poco racista (me río...) que hasta su mujer se enamora más y lo demuestra con la frase que ha pasado a la historia.
Vaya, veinticinco años en Renata, o como sea que se llame el rancho... Allá en el rancho grande, allá donde vivía...
Pues la he visto entera, después de hundirme en el sofá varias veces abrazado por Morfeo..
Justa, muy justa... Qué leches, suspenso!!!
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