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7
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Film noir. Mystery
Dashiel Hammett's The Glass Key, a tale of big-city political corruption, was first filmed in 1935, with Edward Arnold as a duplicitous political boss and George Raft as his loyal lieutenant. This 1942 remake improves on the original, especially in replacing the stolid Raft with the charismatic Alan Ladd. Brian Donlevy essays the role of the boss, who is determined to back reform candidate Moroni Olsen, despite Ladd's gut feeling that ... [+]
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June 22, 2009
36 of 42 users found this review helpful
Film que realiza Stuart Heisler (“Dallas, ciudad fronteriza”, 1950) por encargo de la Paramount. El guión, de Jonathan Latimer, adapta la novela “The Glass Key” (1931), del novelista norteamericano Dashiell Hammett (1894-1961). Se rueda en los Paramount Studios (Hollywood, CA) durante la IIGM. Producido por Fred Kohlmar (“Picnic”, Logan, 1956) para la Paramount, se estrena el 14-X-1942 (NYC).
La acción dramática tiene lugar en una ciudad no especificada de la costa este de los EEUU en 1942. Ed Beaumont (Ladd) es la mano derecha y el principal asesor de Paul Madvig (Donlevy), jefe mafioso que domina la ciudad y ciudadano influyente dentro de la Junta local del Partido Reformista, movilizado ante la próxima convocatoria de elecciones, entre ellas las de Gobernador del Estado, que tiene previsto ganar. Tras pactar su apoyo al candidato Ralph Henry (Olsen), se enfrenta a Ed, que considera la decisión inoportuna y arriesgada, dado el programa de Henry contra los juegos de azar, base del negocio de varios jefes mafiosos fieles a Paul, como el temible Nick Varna (Calleia). Ed es muy inteligente, tiene una gran capacidad analítica, sabe hacer previsiones y toma las decisiones que llevan las cosas por donde quiere. Es duro, leal y profesa una amistad inquebrantable a Paul por la ayuda que le prestó hace años. Paul tiene cualidades de liderazgo y mando, confía en su capacidad de negociación, no teme a sus oponentes, incluido el sagaz y poderoso Nick Varna y está enamorado de Janet (Lake). Nick es violento, carece de escrúpulos y desea destruir a Paul, a quien envidia.
El film suma drama, crimen, cine negro, suspense, misterio y romance. Constituye la segunda adaptación al cine de la novela “The Glass Key”, que conoció una primera versión (Tuttle, 1935), producida por la Paramount como reacción ante el éxito de “La cena de los acusados” (W. S. Van Dyke, 1934), basada en la novela “The Thin Man” (1934), de Dashiell Hammett. Siete años más tarde la misma productora rueda una nueva adaptación (Heisler, 1942) ante el éxito de “El halcón maltés” (Huston, 1941), film basado en otra novela ,“The Maltese Falcon” (1930), del mismo autor.
Protagoniza el film la pareja de cine formada por Veronica Lake y Alan Ladd, cuya colaboración había obtenido una muy buena acogida a raíz del estreno (13-V-1942) de su primer trabajo conjunto (“El cuervo”, Fleischer, 1942). Veronica Lake, con su exotismo, voz grave y atractivo personal, se había convertido en una musa de primera línea tanto entre los soldados del frente y la retaguardia, como entre las mujeres jóvenes, que la imitaban en el pinado y en el vestido, hasta el punto que se tuvo que prohibir en las fábricas el uso de melenas que tapasen la visión de un ojo por los accidentes que provocaban. El film trata de aprovechar el tirón de la pareja Lake/Ladd, que protagonizaría otros dos films: “La Dalia Azul” (Marshall, 1946) y “Saigón” (Fenton, 1948).
(Sigue en el “spoiler” sin desvelar partes del argumento)
La acción dramática tiene lugar en una ciudad no especificada de la costa este de los EEUU en 1942. Ed Beaumont (Ladd) es la mano derecha y el principal asesor de Paul Madvig (Donlevy), jefe mafioso que domina la ciudad y ciudadano influyente dentro de la Junta local del Partido Reformista, movilizado ante la próxima convocatoria de elecciones, entre ellas las de Gobernador del Estado, que tiene previsto ganar. Tras pactar su apoyo al candidato Ralph Henry (Olsen), se enfrenta a Ed, que considera la decisión inoportuna y arriesgada, dado el programa de Henry contra los juegos de azar, base del negocio de varios jefes mafiosos fieles a Paul, como el temible Nick Varna (Calleia). Ed es muy inteligente, tiene una gran capacidad analítica, sabe hacer previsiones y toma las decisiones que llevan las cosas por donde quiere. Es duro, leal y profesa una amistad inquebrantable a Paul por la ayuda que le prestó hace años. Paul tiene cualidades de liderazgo y mando, confía en su capacidad de negociación, no teme a sus oponentes, incluido el sagaz y poderoso Nick Varna y está enamorado de Janet (Lake). Nick es violento, carece de escrúpulos y desea destruir a Paul, a quien envidia.
El film suma drama, crimen, cine negro, suspense, misterio y romance. Constituye la segunda adaptación al cine de la novela “The Glass Key”, que conoció una primera versión (Tuttle, 1935), producida por la Paramount como reacción ante el éxito de “La cena de los acusados” (W. S. Van Dyke, 1934), basada en la novela “The Thin Man” (1934), de Dashiell Hammett. Siete años más tarde la misma productora rueda una nueva adaptación (Heisler, 1942) ante el éxito de “El halcón maltés” (Huston, 1941), film basado en otra novela ,“The Maltese Falcon” (1930), del mismo autor.
Protagoniza el film la pareja de cine formada por Veronica Lake y Alan Ladd, cuya colaboración había obtenido una muy buena acogida a raíz del estreno (13-V-1942) de su primer trabajo conjunto (“El cuervo”, Fleischer, 1942). Veronica Lake, con su exotismo, voz grave y atractivo personal, se había convertido en una musa de primera línea tanto entre los soldados del frente y la retaguardia, como entre las mujeres jóvenes, que la imitaban en el pinado y en el vestido, hasta el punto que se tuvo que prohibir en las fábricas el uso de melenas que tapasen la visión de un ojo por los accidentes que provocaban. El film trata de aprovechar el tirón de la pareja Lake/Ladd, que protagonizaría otros dos films: “La Dalia Azul” (Marshall, 1946) y “Saigón” (Fenton, 1948).
(Sigue en el “spoiler” sin desvelar partes del argumento)
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Spoiler:
Presenta un análisis sincero y valiente de las connivencias entre el crimen organizado y la política, concretado en pactos, acuerdos, colaboraciones, tolerancias y compensaciones fuera de la ley. Pone de manifiesto los diferentes métodos de trabajo de las organizaciones criminales, apoyados en unos casos (Varna) en acciones delictivas (secuestro, tortura, asesinatos...), en otros en la gestión de influencias políticas (Paul) y en otros circunscritos a la aplicación de la inteligencia y el ingenio (Beaumont) al devenir de los hechos. La comparación de las distintitas vías evidencia la escasa capacidad de obtener resultados mediante actos criminales en comparación con la vía más eficaz y expeditiva de la aplicación del conocimiento y la inteligencia.
A través del personaje de Ed Beaumont, se hace el elogio de la lealtad, la fidelidad, la amistad y la nobleza, como valores centrales de las relaciones humanas, frente a las tentaciones de venalidad, infidelidad y traición por intereses circunstanciales e inmediatos. Muestra cómo y en qué medida la lealtad puede suponer en ciertas ocasiones sacrificios, renuncias, ejercicios de resistencia y espíritu de lucha. Por grandes que sean los costes personales, las ventajas y satisfacciones que se dan asociadas a la lealtad son siempre superiores.
El guión desarrolla una historia interesante, que mantiene el interés de modo continuado. Hilvana lances variados, reacciones sorprendentes y resultados regidos por el azar, la fuerza, la furia, la serenidad, visiones a corto plazo o visiones a medio y largo plazo en base al uso del conocimiento de las personas, la capacidad de análisis, la labor de previsión y la clarividencia de quienes confían más en la inteligencia que en la fuerza bruta. Los diálogos son ingeniosos, ocurrentes, breves, claros y están salpicados de un humor sutil y chispeante, que en ocasiones se hace directo y muy visual (Ed y la enfermera en el hospital). Los personajes están bien definidos y tienen densidad psicológica (Ed, Paul, Nick...). El ritmo de la acción es rápido e intenso, sin a penas pausas de transición. Las interpretaciones son satisfactorias, de modo especial las de Ladd y Lake. Tras varias secuencias de planteamiento y presentación, el hilo conductor de la acción viene dado por la investigación de la autoría de la muerte de Taylor Henry, novio de Opal Madvig (Granville) y hermano de Janet.
La banda sonora, de Victor Young (“La Dalia Azul”), ofrece una partitura intensa que potencia la intriga, la tensión y el misterio, subraya la acción y exalta el romance con un breve solo de violín. Como música añadida, Lillian Randolph canta en el “Basement Club” dos fragmentos de “I Remember You” y “I Don’t Want To Walk Without You”. La fotografía, de Theodor Sparkuhl, en B/N, compone luces contrastadas, con abundancia de sombras y zonas oscuras que interpretan el ambiente enrarecido y opresivo en el que la barbarie (referencia al nazismo) lucha contra la razón.
A través del personaje de Ed Beaumont, se hace el elogio de la lealtad, la fidelidad, la amistad y la nobleza, como valores centrales de las relaciones humanas, frente a las tentaciones de venalidad, infidelidad y traición por intereses circunstanciales e inmediatos. Muestra cómo y en qué medida la lealtad puede suponer en ciertas ocasiones sacrificios, renuncias, ejercicios de resistencia y espíritu de lucha. Por grandes que sean los costes personales, las ventajas y satisfacciones que se dan asociadas a la lealtad son siempre superiores.
El guión desarrolla una historia interesante, que mantiene el interés de modo continuado. Hilvana lances variados, reacciones sorprendentes y resultados regidos por el azar, la fuerza, la furia, la serenidad, visiones a corto plazo o visiones a medio y largo plazo en base al uso del conocimiento de las personas, la capacidad de análisis, la labor de previsión y la clarividencia de quienes confían más en la inteligencia que en la fuerza bruta. Los diálogos son ingeniosos, ocurrentes, breves, claros y están salpicados de un humor sutil y chispeante, que en ocasiones se hace directo y muy visual (Ed y la enfermera en el hospital). Los personajes están bien definidos y tienen densidad psicológica (Ed, Paul, Nick...). El ritmo de la acción es rápido e intenso, sin a penas pausas de transición. Las interpretaciones son satisfactorias, de modo especial las de Ladd y Lake. Tras varias secuencias de planteamiento y presentación, el hilo conductor de la acción viene dado por la investigación de la autoría de la muerte de Taylor Henry, novio de Opal Madvig (Granville) y hermano de Janet.
La banda sonora, de Victor Young (“La Dalia Azul”), ofrece una partitura intensa que potencia la intriga, la tensión y el misterio, subraya la acción y exalta el romance con un breve solo de violín. Como música añadida, Lillian Randolph canta en el “Basement Club” dos fragmentos de “I Remember You” y “I Don’t Want To Walk Without You”. La fotografía, de Theodor Sparkuhl, en B/N, compone luces contrastadas, con abundancia de sombras y zonas oscuras que interpretan el ambiente enrarecido y opresivo en el que la barbarie (referencia al nazismo) lucha contra la razón.