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Voto de Chagolate con churros:
6
Comedia. Drama Agathe Villanova (Agnes Jaoui), una feminista militante que se ha metido en política, regresa durante 10 días a su pueblo natal, en el sur de Francia, para tomarse un breve descanso y, de paso, ayudar a su hermana Florence a gestionar los asuntos de su madre, fallecida un año antes. En el pueblo, Karim (Jamel Debbouze) y su amigo Michel Ronsard (Jean-Pierre Bacri) deciden realizar un documental sobre Agathe, que formaría parte de una ... [+]
5 de marzo de 2009
18 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Agnès Jaoui continúa por la senda de ir destripando el alma humana mostrando a unos personajes de carne y hueso. La directora, que junto su pareja (Jean-Pierre Bacri) escribe el guión, vuelve a construir unos personajes cargados de miedos, esperanzas y sacrificios.

Agathe Villanova (Agnès Jaoui) regresa al pueblo donde nació, un año después de la muerte de su madre. Allí, le espera su hermana Florence (Pascale Arbillot) para arreglar las pertenencias de su madre. A partir de este punto, Jaoui va tejiendo unas subtramas que afectan a la vida de un puñado de personas de dudosa moral e imperfecta vida. Personas que son muy tangibles porque acaban siendo el espectador mismo.

Los personajes comienzan a evolucionar a través de tensiones y disputas, buscando una salida a la situación actual que los atrapa. Así, la escritora feminista (Agathe) empieza a dudar de lo que realmente quiere y su hermana se debate entre el amor (del amante) y la seguridad (del marido) (1).

La banda sonora está a la altura de lo que esperamos de un trabajo de Jaoui: perfecta. Acompaña a la imagen de manera ejemplar, mostrándonos los estados de ánimo de cada uno de los personajes y cada una de las situaciones. Jazz (Nina Simone), pasodobles (Fanfare de Santiago de Cuba), clásica (Vivaldi, Schubert,…) o chançon (Brassen) que van mezclándose para nuestro deleite. El propio título de la película (era una canción de Brassen que finalmente quedó descartada de su banda sonora) es usada como metáfora para hablar de los personajes, de sus estados de ánimo y de esos trenes que pasan por la vida mientras quedamos vacilantes.

Justo después de la tormenta Jaoui crea otra gran escena en la cocina de un agricultor. Escena donde Agathe debe hacer frente a muchos de los problemas que arrastra por la vida. No sé cual debe ser el motivo, pero las escenas en una mesa, me suelen -además de abrir el apetito- encantar. Y los franceses suelen bordar estas escenas.

Aunque la película no es redonda como su opera prima (“Para todos los gustos”), las excelentes actuaciones y un notable esfuerzo consiguen un producto de mucha calidad y gran entretenimiento, obviando esos fallos de ritmo narrativo (sobre todo por el final que acelera para ir cerrando tramas). Crea así una película que parece de andar por casa, mundana y sencilla pero que habla de dudas trascendentes. Es como la ropa de fiesta, parece trivial, y quizá lo sea, pero buscando en el ropero nunca encontramos lo perfecto para la noche en cuestión. De esas búsquedas nos habla Agnès Jaoui.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Chagolate con churros
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