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España España · badajoz
Voto de deivi:
8
Drama Roma, años 80. Tres jóvenes delincuentes, Libanés, Frío y Dandy, con la ayuda de una improvisada banda de malhechores, entre ellos El Negro, un extremista que se cree el último samurai, secuestran y asesinan brutalmente a un rico propietario. El dinero del rescate deciden invertirlo en el negocio de la heroína. Así nace una organización criminal despiadada que elimina a todos sus rivales, controla completamente el tráfico de drogas y se ... [+]
23 de septiembre de 2009
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Momento dulce, no por casualidad proveniente de una documentada cantera de realizadores, del nuevo cinema italiano, una cinematografía comprometida que se adapta formidablemente a los cambios, su pasado histórico le avala una calidad destacada, y su producción ha sabido aprovecharse, siempre con destreza, de los géneros con saludable persuasión. No es casual, que la mejor película de gansters de todos los tiempos, Érase una vez en América, provenga de un monarca romano con posición indiscutible, y de que las mejores muestras del cine mafioso norteamericano tengan sangre ítaloamericana corriendo por sus venas, Scorsese, Coppola, De Palma, analistas de orgullo y raza que presumen, con mas razón que un santo, de haber captado la singularidad de un entorno que Italia lleva granando durante muchos años de historia, ficticia y, evidentemente, real, la cuna de la camorra no ha sido ajena a la mitificación escénica, y tampoco le faltan detalles para seguir desarrollándose, bien sea tirando de patrimonio propio (que lo tiene, y cuantioso), como aprovechandose del material ajeno ( fuentes USA y buen noir europeo).

Michele Placido, actor, director y parte importante de la escuela transalpina, rueda en Romanzo Criminale, un ambicioso film río, en donde la sublimación genérica parece pedir a gritos aproximarse prematuramente a Leone, dedicando su obra al defectuoso ruedo humano, las pasiones entrecruzadas de unos murales con bestiarios elementos, y una espabilada funcionalidad trágico existencialista.

Una cinta que parece estar pensada a lo grande, como dice Líbano (estupendo Pierfrancesco Favino, ganador del David de Donatello al mejor actor secundario), a modo de los emperadores romanos, delirios de grandeza, que no siempre vienen mal en el momento de abarcar un manifiesto con agradecidas intenciones dramáticas (auge y caída de un grupo de delincuentes de la calle, que al igual que su director, respiran necesariamente unas enormes ganas de conquista), ellos lo consiguen parcialmente pero Placido cuaja un film de construcción circular y brutal biopsia del hombre imperfecto, un elaborado retrato de amistad que no chirría en ningún momento, es mas, puede enorgullecerse de tocar todos los palos sin caer en la codicia desbordante, con escrupuloso y soberbio sentido de la planificación. Romanzo criminale es un ejercicio combinado con sabia, traviesa, apropiación de los esquemas acostumbrados, pero en absoluto reprochable si nos transporta hábilmente a los escenarios mas representativos e infalibles del rufianismo delictivo, extrapolando al concepto del mote, Frió, el Líbano, Dandi, el negro, Búfalo, el rata, una completísima y variada (un poco a lo Guy Ritchie) presentación de personajes.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
deivi
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