Si escribo esta crítica es más que nada para discrepar de anteriores compañeros que ponen a esta serie por las nubes.

Esta obra es adaptación de una israelí, que cuenta el rescate de un prisionero de guerra y a lo que éste se enfrenta a su vuelta a la civilización; el tema, que en Israel es explosivo porque toda la sociedad lo vive día a día y todo el mundo tiene su postura vital, en USA no lo es ni de lejos, por lo que los productores americanos tienen que adaptar y desarrollar la historia para atrapar a su audiencia con espías, conspiraciones, políticos, sexo y la Casa Blanca en el alero, of course.

La premisa es buena, el problema es su desarrollo, que en USA, según mi percepción, está totalmente supeditado a la audiencia. No puedo con esta filosofía americana. La narración no sigue los cánones de exposición, nudo y desenlace. No hay desenlace. La trama sencillamente sigue y sigue mientras se pueda ordeñar la ubre de la recaudación, sin avanzar en su resolución. Ejemplos anteriores hay por docenas (Perdidos, Héroes, etc). Ha terminado la primera temporada de 12 capítulos largos, y ya tenemos la segunda en producción. Y no avanzamos apenas.

Los personajes no son muy agradables, aunque los actores son buenos, particularmente la protagonista, Claire Danes, soberbia en la encarnación de la agente bipolar. También muy bueno Mandy Patinkin, su mentor. La serie está bien producida y cuenta con medios. La idea de base para la serie es muy buena. El recorte en su puntuación es por su falta de resolución.

Esta crítica es solo un aviso a los que, como yo, pierden la paciencia cuando perciben que la trama no avanza (con el añadido de experimentar una cierta sensación de tomadura de pelo).