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Voto de Lobo_Aullante:
8
Drama La historia tiene lugar en el entorno surrealista de una ciudad que se desvanece. Cuando un adolescente descubre un camino secreto hacia una ciudad subacuática, su madre se ve arrastrada a un macabro submundo de fantasía. (FILMAFFINITY)
19 de abril de 2015
30 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lost River es una de aquellas películas que apunta al subconsciente y te deja la sensación de haber visto algo especial.

Hay algo en ella que se intuye pervertido y depravado. Incomoda el uso de unas metáforas inquietantes, se dirían extraídas de un macabro cuento de hadas, para describir con crudeza una sociedad peligrosa donde impera la ley del más fuerte, donde el pez grande se come al pequeño, donde la putrefacción humana está arraigada en el seno de los que manejan el cotarro, donde la gente acomodada se regocija al contemplar el sufrimiento ajeno, donde siempre hay alguien que se quiere aprovechar de otro alguien y donde no hay salvación para los menos favorecidos. E incluso en un lugar tan inhóspito aún es posible el amor y la esperanza, la redención contra nuestros demonios. El resultado es un cuento onírico de un impacto visual pornográfico en cuanto a lo explícito y con una crítica social subyacente.

Bebe del cine de David Lynch en cuanto al simbolismo y a la estética, así como en la turbia psicología de los personajes y la maldad pútrida que personifican los antagonistas de la historia. Incluso el título y el plano de la casa ardiendo son un claro homenaje a Lost Highway, una de las películas más emblemáticas de este director. Pero a diferencia de las películas de Lynch, que a veces constituyen un puzzle que da pereza resolver, en Lost River se nos presenta una historia poderosa y al mismo tiempo sencilla, que no exigirá sofisticadas elucubraciones ni planteará ningún reto para descifrar su significado.

Atención también a la banda sonora de Johnny Jewel, que tal y como consiguió con Drive, te cala bien hondo en el corazón con su música electrónica y convierte la película en una experiencia aún más trascendente, en especial el tema central de Chromatics, Yes.

Se la ha clasificado de pretenciosa, aunque tratándose de la primera película de Ryan Gosling, me parece más apropiado el término de valiente. Algunas escenas de esta infravalorada película se graban a fuego en la retina. La dirección artística es sin duda uno de sus puntos fuertes. Mantiene el suspense y juega con nuestra psique a través de las luces y de su particular mitología. Resulta extraña y bizarra. A mí personalmente me ha hechizado.

Lo único malo que se puede decir de ella es que te deja con ganas de más y de que quizás podrían haberse desarrollado más algunos conceptos. Sin embargo esto es algo que no desmerece el conjunto. Hay que verla como lo que es: una cinta de cine experimental, de ése que te encanta o detestas, y posiblemente destinada a convertirse en una película de culto a pesar del rechazo del establishment.
Lobo_Aullante
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