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España España · Barcelona
Voto de LennyNero:
2
Terror. Fantástico Rob, un perturbado empleado de la morgue, se apodera de cuerpos de víctimas de accidentes de tráfico, robando sus ojos, pies y dedos para llevárselos a su "adorada" novia Betty, otra enferma necrófila que los almacena cuidadosamente en tarritos de cristal. Rob y Betty se convierten en expertos necrófilos cuando Rob trae a casa el cadáver podrido de la víctima de un disparo y hacen el amor con el cuerpo en un auténtico y macabro "menage ... [+]
21 de junio de 2008
127 de 155 usuarios han encontrado esta crítica útil
Debía ser sobre el año 1994 aproximadamente. Aún recuerdo las rutinas de cada día después de volver del instituto. Comprar un donat, una bolsa de pipas y acudir al videoclub de mi barrio a coger una película y tambien, porque no decirlo, admirar a la dependienta, una treintañera cañon que naturalmente poblaba mis fantasías onanistas nocturnas.

Como no podía ser de otra forma, en esa época sentía especial predilección por las películas gore, y más despues de haberlas descubierto gracias a Peter Jackson y su "Braindead". Así que buscando otro de esos films me topé con una carátula que prometía tetas, sangre y risas. Una película alemana llamada Nekromantik que pensé que me podría satisfacer.

Debí intuir que algo iba mal cuando ví que estaba en versión original doblada, las señales de alarma debieron aumentar cuando la dependienta me hizo una proposición un tanto extraña. Si la conseguía ver entera me regalaría el alquiler de la segunda parte. Obviando todas estas advertencias me marché a casa comprándome como no mi bomba de colesterol diario y mi bolsa de pipas churruca..

Sentado en el salón de mi casa, y mientras el azucar glass se iba esparciendo poco a poco por mis labios descubrí el significado de lo que es el ultragore alemán. Sentido del humor 0, repugnancia al por mayor, y un conjunto de escenas lo más desagradables posibles.

En este caso se trataba de una película romántica, de un amor que trascendía las fronteras de la muerte, pero yo no estaba para lirismos. Con la bolsa de pipas por abrir, y el donut a punto de salir disparado de mi estomago decidí hacer el esfuerzo de acabarla. Era una cuestión de hombría, como poder permitirme no tener un alquiler gratis y más cuando no existía internet?

Al cabar, decidí devolverla ipso facto. Aún recuerdo la cara medio socarrona de la depèndienta, aunque en realidad lo que más recuerdo fué que esta vez al ver su minifalda no pensé en lo que le haría, simplemente tuve flashes de las barbaridades que "Nekromantik" me había ofrecido. Silenciosamente acepté el alquiler gratis de "Nekromantik 2", película que evidentemente no visioné. No quería pasar otro mal rato, no quería que nada me volviera a enfriar el instinto sexual, pero sobre todo, quería comerme mi donut a gusto.
LennyNero
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