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Voto de Héctor A Martínez :
7
Drama. Thriller Nueva York. Mina quiere preservar la pureza de su niño y protegerlo de la contaminación del mundo externo. Por amor, Jude la apoya hasta que, un día, descubre que su hijo no crece y que su vida corre peligro. (FILMAFFINITY)
5 de febrero de 2019
3 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El título de mi crítica resume la naturaleza del par de protagonistas de esta cinta: parece ser que no es suficiente con SPAs y cochecitos para perros; decir que el timbre escolar es violencia simbólica hacia los niños; o escribir en lenguaje inclusivo para no "excluir" a nadie; ahora también hay que decir que la comida con la que el ser humano se ha alimentado durante cientos de miles de años es enemiga de la humanidad. ¡Para alucinar!

La protagonista, interpretada magistralmente por Alba Rohrwacher, es un personaje que parece experimentar una psicosis postparto y que la conduce a tomar decisiones estúpidas respecto a la alimentación de su hijo. El personaje de Adam Driver, que vuelve a mostrar su talento para este tipo de filmes (en Paterson lo reafirma), se presenta como el lado racional de la pareja, aunque lo haga de manera tímida y quizá un poco tardío.

La película muestra (mediante una cada vez más pálida y raquítica protagonista) el reflejo de la idiotez colectiva que se ha ido propagando durante la postmodernidad: el desprecio a las vacunas; el terraplanismo; la homéopatia; el veganismo; el animalismo radical y otras seudo-ciencias sin soporte científico que van a contracorriente a la lógica, la ciencia y la realidad.

Es una cinta que a momento resulta indignante por la poca fortuna del crío y hace que no sientas el mínimo de empatía por los protagonistas.También pone sobre la mesa un debate hoy día muy necesario: el de las injusticias de un sistema judicial ginocentrista que hace de los hombres carne de cañón, en el que la palabra de la mujer está por encima de cualquier verdad y en el que se le da prioridad a la mujer sobre el hombre en la custodia de la prole, sólo por su capacidad de dar a luz, aunque ésta no demuestre ninguna capacidad mental o afectiva para una crianza digna.

A partir de la segunda mitad de la cinta el director cambia los ángulos de las tomas, involucra algunos recursos experimentales, que no llego a entender muy bien y los cuales interpreto como una forma de darnos a entender que la relación y la dinámica interpersonal entre los dos protas ya está defectuosa, amorfa, enferma.
Héctor A Martínez
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