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España España · Cáceres
Voto de Sinhué:
9
Cine negro. Thriller. Intriga. Drama En un momento crucial de su vida financiera, Gondo (Toshirô Mifune), un directivo de una importante empresa de zapatos, recibe la noticia de que su hijo ha sido secuestrado. El rescate exigido es una gran cantidad de dinero, pero Gondo la necesita para cerrar una negociación que le dará el control de la empresa. (FILMAFFINITY)
16 de mayo de 2011
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es duro vivir con odio aunque exista una supuesta razón de fondo. El odio es corrosivo y actúa también contra su contenedor. Al menos así pensaba Akira Kurosawa, no sé si antes o después de que Sartre dijera aquello de «L'enfer, c'est l´Autre» (El infierno es el otro), aunando la existencia en la tierra de un sentimiento cruel y visceral y un enemigo de carne y hueso que alienta la necesidad de venganza.

Gondo vive en lo alto de una colina, es un asqueroso e injusto triunfador para el niño que pasa frío y calor en una caseta del suburbio.
Gondo es un alto ejecutivo de una industria de zapatos, hecho a si mismo y descontento con el funcionamiento de la empresa y sus socios.
Gondo odia la cobardía, al falso y al pusilánime; es odiado por su incorrección política y su sinceridad, y también le odian algunos que no le conocen.
Un día, justo cuando tomaba decisiones de gran calado para el futuro de sus finanzas, recibe una llamada que le comunica el secuestro de su hijo...Desde ese momento su vida, a pesar de que las cosas no son lo que parecían en un principio, toma otro camino y la incomprensión e impotencia ante los hechos desencadenados le convierten en un hombre noqueado, que solo podrá escapar de un destino decadente e insoslayable si la policía logra detener a un habilísimo extorsionador.
Un hombre rico solo sabe manejar un arma, para atacar y en propia defensa: es el dinero, y bien lo sabe quien pretende destruirle. Un pobre hombre, en cambio, puede vivir toda una vida alimentado exclusivamente por la proximidad del desquite.

La película del maestro japonés es un compendio de géneros y situaciones perfectamente desarrolladas, en un elaboradísimo guión que te mantienen atento hasta el último segundo y convencido, cuando aparece en artísticas letras la palabra fin, de que nada se ha acabado y de que el odio no arde ni con azufre.
Sinhué
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