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España España · Cáceres
Voto de Sinhué:
8
Drama Basada en una leyenda milenaria de un pueblo indígena canadiense, narra la historia de una maldición provocada por un diabólico chamán. Los malos espíritus provocaron un conflicto entre dos familias que saltó generación tras generación. Hablada en lenguaje Inuktitut, lengua indígena de algunas tribus indias del norte de Canadá, obtuvo excelentes críticas por parte de todos los medios norteamericanos, sin excepción. (FILMAFFINITY)
30 de mayo de 2011
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Atanarjuat, la película con la que el Cineclub El Gallinero despide su 8ª temporada, es un cuento que nos traslada a las heladas estepas del norte canadiense y nos muestra cómo vivían hasta no hace demasiado tiempo los Inuits, un pueblo con 4.000 años de existencia y tradiciones que, de boca en boca, han viajado de generación en generación llenando las largas noches blancas de fantásticas historias y de héroes mitológicos.

Zacharias Kunuk, el director, es uno de estos seres legendarios que han acabado en reservas, pasando de nómadas a un sedentarismo obligado y a una colonización que asfixia sus anhelos de libertad y que propicia el naufragio de sus señas de identidad; haciendo, de aquellos orgullosos "comedores de carne cruda", peleles que penden de hilos inestables: alcohol, religión, escuelas tendenciosas, gobiernos pseudopaternalistas...., y que hace que quienes trabajaron en este proyecto, ganador en Cannes - 2001 de la Cámara de Oro, recuerden con nostalgia aquellos duros días en que sus antepasados solucionaban los problemas con determinación y el sentido común necesario que te obliga a vivir cuando necesitas estar concentrado permanentemente en la supervivencia. Estos mismos creadores reivindican para los suyos mejores condiciones de vida y respeto por una cultura que amenaza con desaparecer engullida por las presiones propias de los intereses comerciales y aplastada por la apisonadora voraz del pensamiento único, que están llevando a los más jóvenes a unos niveles de suicidio más que alarmantes.

Más que interesante documento-ficción para conocer a un pueblo que siempre vivió al límite, contra el que nada pudo la madrastra naturaleza y que en nuestros días comienza a lanzar apagados gritos agónicos, porque el más cruel espíritu destructivo: el capital, ha clavado en su garganta una afilada hilera de colmillos.
Sinhué
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