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España España · Cáceres
Voto de Sinhué:
8
Comedia Brian nace en un pesebre de Belén el mismo día que Jesucristo. Un cúmulo de desgraciados y tronchantes equívocos le harán llevar una vida paralela a la del verdadero Hijo de Dios. Sus pocas luces y el ambiente de decadencia y caos absoluto en que se haya sumergida la Galilea de aquellos días, le harán vivir en manos de su madre, de una feminista revolucionaria y del mismísimo Poncio Pilatos, su propia versión del calvario. (FILMAFFINITY) [+]
28 de mayo de 2019
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es, "La vida de Brian", uno de esos fenómenos que surgiendo de una "inocente" intrascendencia cómica acaba convirtiéndose en un hito cultural que azota a los más intransigentes. A estas alturas todos conoceréis los problemas que tuvo para arrancar: censuras, financiación, amenazas, rasgaduras de vestiduras..., y todo porque las "gentes de bien" tienen un sentido del humor oficialista y anquilosado; o sea, que no se ríen a menos que tras haber cursado las pertinentes instancias, debidamente selladas y cumplimentadas; hayan recibido en tiempo y lugar el plácet de las autoridades legislativas, jurídicas, económicas..., así como la bendición de su santidad (o santidades). Y, estaréis de acuerdo conmigo, esto rompe mucho la espontaneidad, imprescindible para que la saludable carcajada arrastre como una tromba de agua las muchas inmundicias que atascan nuestras vidas; que, en el fondo, se parecen a la de este contemporáneo de Jesucristo, víctima de todo tipo de ridículas casualidades, insensateces y arbitrarias decisiones de otros.

El paso del tiempo, ahora celebramos los 40 años de su estreno, ha encumbrado esta fantástica obra de los Monty Python, que además goza de una frescura y actualidad dignas de figurar en el haber milagroso de estos entrañables irrespetuosos, que tomándose a guasa la mitología y las religiones han llegado a comer chuletas en el Olimpo y ver como sus personajes eran elevados a los altares.

Y luego viene la parte sentimental de Monty Python's Life of Brian, sobre todo para quienes asistimos a su cegadora irrupción: ¿dónde estabas entonces?, ¿qué momento, de los muchos,estuvo a punto de reventar el "risómetro" de la sala?, ¡qué diferentes las refrigerantes lágrimas provocadas por Terry Jones (la madre de Brian), a las cáusticas que derramamos, por ejemplo, con Bruno en el Ladrón de bicicletas!, ¡cuántas frases memorizadas para triunfar en las reuniones de amigos!, ¡qué bocanada de oxigeno en un país como España que estaba intentando salir de la noche de los cuarenta años, y que aún olía a cacique y sacristía!...

Las filmadas vicisitudes del hijo por forzamiento (al menos al principio) de Traviesus Maximus (también conocido como Brian Cohen) es, sin duda, una de las buenas cosas que han pasado en el mundo desde que, Pijus Magnificus, paseara las calles de Roma y por eso muchos millones de individuos somos seguidores de esa secta que no te obliga a nada y que te invita a reírte de todo, comenzando por uno mismo. ¡Cuántos traumas curados, cuántos complejos superados! ¡A la mierda el sentido del ridículo!
Sinhué
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