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España España · Cáceres
Voto de Sinhué:
9
Drama Khaled y Said son dos jóvenes palestinos, amigos desde la infancia, a los que reclutan para llevar a cabo un atentado suicida en Tel Aviv. Después de una última noche con sus respectivas familias, de las que no les está permitido despedirse, parten hacia la frontera con explosivos pegados al cuerpo. Sin embargo, nada sale como estaba previsto y una serie de contratiempos les obliga a separarse. Entonces tendrán que replantearse su vida ... [+]
3 de abril de 2019
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la zona norte de los territorios ocupados de Cisjordania, Khaled y Said, que crecieron juntos entre las rocas calcinadas y los campos sembrados de alambre, tratan de poner un poco de orden en su sempiterna confusión que les mantiene amarrados, entre la inoperancia y la imposibilidad de volar, única opción para huir del sesteo y la indignidad de una vida que no merece dicho nombre. Cavilan, imaginan, sueñan, dudan y planean; con la guadaña de la incertidumbre y el error silbando bajo sus pies y sobre sus cabezas.

Todos sabemos que la desesperación es la peor consejera de los jóvenes, incluso de aquellos que se sienten mordidos por la injusticia y el abuso; y que los pájaros de mal agüero anidan en las conciencias de los impulsivos y se dedican a picotear la materia gris de sus cerebros. ¡Pero qué fácil es analizar con estudiada frialdad, a miles de kilómetros de Naplusa, desde el sofá, delante del televisor, mientras el horno se ocupa en pintar de oro el lomo del cochinillo!

Hany Abu-assad, palestino, ciudadano israelí, con formación occidental, es no solo de las personas más informadas en este eterno conflicto, también es de las voces más autorizadas al gozar de tan diversas perspectivas y plantear realidades que deben cambiar radicalmente para encontrar soluciones viables.
Por eso se entiende menos la ultra-resistencia judeo-ortodoxa que solo admite como solución la invisibilidad o exterminio del vecino ( no dudo que esta postura tenga estolones en la otra banda fronteriza), que lleva al lobby sionista a perseguir la expresión libre y artística de un creador que busca razones y brotes de entendimiento.

Al menos a mí la película me plantea la necesidad de acuerdos, puntos de encuentro y cese de violencia; porque aunque algunos se empeñen en lo contrario, la angustia no es un estado de ánimo natural y, salvo para los vendedores, a todos, la paz nos interesa más que la guerra.
Sinhué
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