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Voto de metabaron:
16.200
Fantástico. Acción
Un terrible peligro amenaza la Tierra: enloquecido por el poder, el brutal rey Hiperión (Mickey Rourke) ha declarado la guerra a los hombres. Después de reunir a un ejército sediento de sangre formado por soldados que él mismo mandó desfigurar, Hiperión quema Grecia mientras busca un arma de poder inconcebible: el legendario arco Epiro, hecho por Ares en el Olimpo. El hombre que posea ese arco podrá liberar a los Titanes, que están ... [+]
26 de diciembre de 2011
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
No puede ser. Ni Tarsem ni nada. No puedo aprobar el film.
Y es que pese a la composición pictórica de numerosos planos, pese a los brillantes vestuarios, pese a la violencia extremada y a veces malsana de la película, pese a su torcido esteticismo (que aporta al conjunto un punto raro y desviado que no parece encajar en un blockbuster a la moda como debería ser éste), pese a la claridad visual de las imágenes...
...me aburro.
Y no es solo porque Cavil -un guaperas apolíneo con carné de actor y capacidades interpretativas por demostrar- sea gris o porque Rourke se maneje durante el metraje en piloto automático. Tampoco es por el abusivo y teatral uso de los cromas.
No.
Es que el guión es de pena, amigos. Nada importa. La trama se sustenta en un pobre MacGuffin y abundantes lugares comunes. Los personajes son 2D. No hay empatía. Y lo peor de todo, es su gravedad enfurruñada, que trata de dar peso específico a lo que no es más ni menos que una suerte de péplum hipercinético que debería ser tonalmente menos ambicioso.
En resumen: Tarsem necesitaba curro tras "The fall" y ha hecho esto.
Una película para olvidar.
Y es que pese a la composición pictórica de numerosos planos, pese a los brillantes vestuarios, pese a la violencia extremada y a veces malsana de la película, pese a su torcido esteticismo (que aporta al conjunto un punto raro y desviado que no parece encajar en un blockbuster a la moda como debería ser éste), pese a la claridad visual de las imágenes...
...me aburro.
Y no es solo porque Cavil -un guaperas apolíneo con carné de actor y capacidades interpretativas por demostrar- sea gris o porque Rourke se maneje durante el metraje en piloto automático. Tampoco es por el abusivo y teatral uso de los cromas.
No.
Es que el guión es de pena, amigos. Nada importa. La trama se sustenta en un pobre MacGuffin y abundantes lugares comunes. Los personajes son 2D. No hay empatía. Y lo peor de todo, es su gravedad enfurruñada, que trata de dar peso específico a lo que no es más ni menos que una suerte de péplum hipercinético que debería ser tonalmente menos ambicioso.
En resumen: Tarsem necesitaba curro tras "The fall" y ha hecho esto.
Una película para olvidar.
