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España España · Barcelona
Voto de Gilbert:
9
Drama A través de la figura de la monja francesa Teresa Martin (1873-1897), se plantea la posibilidad de la santidad en la vida cotidiana, sin necesidad de fenómenos sobrenaturales. Teresa Martin ingresó en la orden de las carmelitas de Lisieux, donde tomó el nombre de Teresa del Niño Jesús. Murió a los veinticuatro años de edad. Fue canonizada en 1925. (FILMAFFINITY)
27 de enero de 2011
30 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es extraño hacer una crítica antes de ir al cine a ver la película. Tan extraño como que un director tan alejado de la fe como Alain Cavalier (al menos en el momento que la rodó) pueda haber obrado este milagro llamado "Thérèse". Porque ya lo está, que sino también serviría como prueba para el proceso de canonización de la chica.

Pero como por fin, tras 25 años, se estrena en España esta joyita, y la he visto un par de veces este último año, voy a disfrutarla por tercera vez en pantalla grande. Tan seguro estoy de volverla a paladear que hago un acto de fe y adelanto la crítica.

Cavalier ha cogido "Historia de un alma", la autobiografía de Thérèse de Lisieux, y en vez de adaptarla la ha tallado y ha construido un retablo. Las imágenes son eso: sucesivos cuadros con fondo de estudio fotográfico. Pero en vez de disparar la cámara fotográfica lo ha hecho con la cinematográfica.

Todo esto puede parecer muy gafapastoso, y lo es, pero a veces a los directores gafapastas les suena la flauta. La película es de una belleza prístina. Ayuda mucho la memorable actuación de Catherine Mouchet, a la altura de la Falconetti de "La pasión de Juana de Arco".

A pesar de que es un filme muy austero es bastante llevadero. No hay música, no hay intriga, no hay explicaciones ni justificaciones. No hay beatería, sino reciedumbre tal como pedía la otra Teresa de Jesús, la de Ávila.

Las reacciones de los protagonistas se retratan más en las imágenes que en lo que dicen. En pequeños gestos que parecen anecdóticos pero que reflejan una reacción, una frustración, una alegría, un anhelo, un desprendimiento. Esas manos del padre rascando la mesa porque a su hija no le caben sus confituras en la maleta; esa pulsera que Thérèse se quita con dificultad para regalársela a su hermana; ese volteo de la cama; ese gesto facial de la joven monja cuando corta el pelo a la novicia; y así un cuadro tras otro hasta tallar un retrato asombroso del alma más pura de la Edad Contemporánea.

"Il est des âmes sur la terre
Qui cherchent en vain le bonheur
Mais pour moi, c’est tout le contraire
La joie se trouve dans mon cœur
Cette joie n’est pas éphémère
Je la possède sans retour
Comme une rose printanière
Elle me sourit chaque jour."

[(Sainte Thérèse de Lisieux (AKA Santa Teresita del Niño Jesús)]
Gilbert
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