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colaborador
Voto de Gilbert:
4.928
Thriller
Jim Grant (Robert Redford), un antiguo activista radical, vive ahora de forma anónima con su hija en los alrededores de Albany, en Nueva York. Pero su tranquila vida dará un vuelco cuando Ben Shepard (Shia LaBeouf), un joven periodista, revela su paradero al FBI, que llevaba buscándolo tres décadas por su participación en el atraco a un banco. Thriller político basado en la novela homónima de Neil Gordon. (FILMAFFINITY)
9 de septiembre de 2013
77 de 111 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pase que te hablen de un pasado de los años 70, sitúen la acción en la actualidad, y los gerontoprotas digan continuamente "hace 30 años...".
Pase que Julie Christie vaya de radical anticapitalista... con un capital de al menos un yate, un par de casas estilo rústico, y un bosque de tropecientas mil hectáreas.
Pase que la trama ni se entiende y te importe un carajo, y que no se sabe exactamente qué diantres te quiere contar el director, como siempre.
Pase que un primer plano de Redford es como desvendar a Tutankamon, y te das un buen susto.
Pero lo que no tiene un pase es ver correr a Robert Redford. Creo que jamás he visto algo más fuerte y ruborizante en una pantalla. Sé perfectamente que el cine no es en directo, pero puedo asegurar que tenía a mano el móvil por si había que llamar al Samur, a los bomberos, o a la policía montada del Canadá si es preciso.
¡Qué crueldad!
Pase que Julie Christie vaya de radical anticapitalista... con un capital de al menos un yate, un par de casas estilo rústico, y un bosque de tropecientas mil hectáreas.
Pase que la trama ni se entiende y te importe un carajo, y que no se sabe exactamente qué diantres te quiere contar el director, como siempre.
Pase que un primer plano de Redford es como desvendar a Tutankamon, y te das un buen susto.
Pero lo que no tiene un pase es ver correr a Robert Redford. Creo que jamás he visto algo más fuerte y ruborizante en una pantalla. Sé perfectamente que el cine no es en directo, pero puedo asegurar que tenía a mano el móvil por si había que llamar al Samur, a los bomberos, o a la policía montada del Canadá si es preciso.
¡Qué crueldad!
