Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Tony Montana:
8
Acción. Thriller. Intriga Tercera entrega de las aventuras del agente Jason Bourne, que sigue investigando quién es y qué hay realmente detrás del programa secreto de la CIA llamado Treadstone. Un reportero británico de "The Guardian" le pone sobre una nueva pista facilitándole el nombre de Blackbriar. Bourne dará con él en Londres, en un intento de encajar las últimas piezas de ese pasado que él aún intenta recuperar. (FILMAFFINITY)
21 de agosto de 2007
104 de 123 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si Hitchcock decía que la premisa básica de su cine era que el espectador pudiera salir durante dos horas de su vida, y especialmente de todos sus problemas, y vivir la vida, probablemente más interesante, de otros, El ultimátum de Bourne lo ha conseguido de manera casi perfecta. Y, para resumir lo que viene a ser la saga de Bourne, y muy especialmente esta tercera parte, citaré al maestro de maestros, Homer Simpson: Uno no se mete en la cama con Max Powers, ¡¡¡Se abrocha el cinturón de seguridad y goza!!!. Sería imposible definir esta película de otro modo que no sea un torbellino de adrenalina. Una trilogía construída a modo de castillo de naipes, con una precisión milimétrica, conectando todo de forma asombrosa, para un apoteósico y catártico final.

El gran artífice de todo ello es el señor Greengrass, apoyado de forma soberbia por el guionista Tony Gilroy, y por un brillante Matt Damon, que parece haber trasladado al hombre sin nombre de Leone a pleno siglo XXI, con una forma de actuar calcada, basada en actuar primero, y hablar después, y esto hacerlo a base de latigazos. El guión bebe de constantes conexiones con la primera entrega, sacando momentos calcados para explicar de manera magistral los sentimientos del frío Bourne, con algunos retazos de la segunda parte, como el brillante momento cara a cara con el tirador tras la persecución, amén de servir como conexiones geniales para la historia, a modo de un brillante rompecabezas construido de forma concienzuda. Los secundarios por fin han sido trabajados, y algunos, como el personaje de Strathairn, dan una lección interpretativa, aunque quizás el punto a destacar es el sentimiento empático de Joan Allen hacia Bourne, y el por fin desarrollo del personaje de Julia Stiles, que ha ido ganando en importancia con cada película.

Punto y aparte merece hablar de la tarea del director. Si ya con Domingo sangriento apuntó un talento a seguir, especialmente en el manejo de la cámara, aquí lo termina de confirmar, elevando El ultimátum a la categoría de tesis doctoral sobre la puesta en escena y la planificación cinematográfica. En muchas de estas películas, uno se da cuenta de que el mayor defecto es la incapacidad del director para tirar para adelante con las escenas más espectaculares, dejándoselas siempre a la segunda unidad, que hacen un trabajo calcado a otros, de forma artesanal, más bien cutre. Greengrass no, él coge una persecución y, siguiendo la premisa básica de Indiana Jones de salir de un peligro para caer en otro mayor aún, hace de sus escenas de acción auténticas joyas. No veía una persecución a pie tan bien ejecutada desde aquella en que Carlito Brigante huía de unos mafiosos italianos al final de Carlito's way. La escena de la estación en Londres es una muestra de control total, de director superdotado para esto, de un dominio del lenguaje cinematográfico en todos sus ámbitos simplemente espectacular. Un thriller modélico.
Tony Montana
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow