Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Tony Montana:
10
Drama Tony Montana es un emigrante cubano frío e implacable que se instala en Miami con el propósito de convertirse en un gángster importante, y poder así ganar dinero y posición. Con la colaboración de su amigo Manny Rivera inicia una fulgurante carrera delictiva, como traficante de cocaína, con el objetivo de acceder a la cúpula de una organización de narcos. (FILMAFFINITY)
19 de enero de 2006
401 de 463 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocas películas, acaso 3 o 4, me han hecho disfrutar más viendola que esta película. Mi ojito derecho. No puedo describir con palabras lo que me hizo sentir la primera vez que la vi. Una de mis películas favoritas por la que siento auténtica devoción.

No puedo ser objetivo con esta película, por que me gusta demasiado. Media película es la interpretación de Al Pacino. Por eso recomiendo encarecidamente su visionado en versión original. Está sensacional, perfecto. Muchos le acusan de sobreactuado, de histriónico, pero realmente esa es la interpretación que requiere el personaje. Su acento cubano es increíble. Si alguien ve la película doblada, no tiene perdón. El doblaje no le hace justicia a la interpretación del Pacino. Es una gozada verle hablando ingles españolizado, usando continuamente términos de la jerga de los latinos afincados en Miami. Michelle Pfeiffer es algo más que la clásica chica florero de las pelis de gangsters. Esta estupenda en su primer gran papel, aparte de lucir radiante. Steven Bauer está estupendo, a pesar de no ser un actor muy reconocido. F. Murray Abraham protagoniza una de las escenas más célebres de la película, y en el poco tiempo que aparece en pantalla lo borda, al igual que Robert Loggia. Y también hay que destacar a la guapísima Mary Elizabeth Mastrantonio, que interpreta a la hermana de Tony, quien tiene sobre ella un deseo casi incestuoso.

La película es sobre todo una gran historia sobre la ambición. Tony va superando todas las barreras para conseguir lo que quiere, y no le importa el método que deba usar para ello. El asesinato, la amenaza o el chantaje serán algunas de sus armas. Al fin y al cabo, conseguir todo lo que quiere le acabará trastornando. Su posición de poder le hará volverse loco. Terminará convertido en un grandísimo paranoico consumido por la cocaína.

El guión está muy bien estructurado. Vamos viendo la progresión de Tony desde lo más bajo hasta lo más alto, donde se le van las cosas de las manos y no es capaz de controlarlo, y en cierto modo parece que toda la película está hecha para conducirnos hacia el inevitable final. La dirección de De Palma peca bastante de efectista en numerosas ocasiones. Se recrea en la violencia como si disfrutara viendo sangre por todos lados. Mueve en exceso la cámara, quizás en herencia de su conocido gusto por Hitch. Pero la verdad, para no ser Howard Hawks, raya a una gran altura. La estética ochentera es rompedora, y nos permite zambullirnos en la época con total facilidad. A ello contribuye una grandísima banda sonora de Moroder, que nos mete en las salas de baile de lleno.

Ya saben, en version original, y a disfrutar de Al Pacino en su salsa.
Tony Montana
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow